Infecciones y enfermedades causadas por aves de compañía (Zoonoses in pet birds): microorganismos implicados, afectación de personas y diagnóstico microbiológico en IVAMI

 

Información 15-09-16.

 

El término aves de compañía designa a aves enjauladas y criadas sólo para uso ornamental. Estas aves suelen ser del grupo de las paseriformes, también llamadas aves de canto, como son los canarios (canaries), los pinzones (finches), o los gorriones (sparrows). Otro grupo frecuente son las psitácidas, de pico curvado, como son los periquitos (parakeets, burgerigars), los loros (parrots), los guacamayos, las aves del amor –inseparables- (love birds –Agapornis spp.-), o las cacatúas pequeñas encrestadas australianas (cocktail –Nymphicus hollandicus-). Estas aves pueden ser portadoras y transmisoras de enfermedades zoonóticas, algunas con un impacto importante para la salud humana, como la clamidofilosis (infecciones por Chlamydophila psittaci), la salmonelosis (infecciones por distintas serovariedades de Salmonella enterica subsp. enterica, o la tuberculosis aviar por Mycobacterium avium, entre otras causas como comentamos a continuación.

 

Enfermedades bacterianas

 

  • Clamidofilosis (clamidiosis, psitacosis –cuando afecta a psitácidas-, ornitosis –cuando afecta a otras aves o a personas-, o fiebre por loros)

Esta afección es causada por una bacteria gramnegativa intracelular, Chlamydophila psittaci (antes Chlamydia psittaci), que se multiplica dentro del citoplasma celular en forma de cuerpos reticulados, que después de su replicación se condensan en forma de cuerpos elementales, que son liberados por rotura de la célula hospedadora para infectar nuevas células. Actualmente se conocen 7 genotipos de esta bacteria (A a F y E-B) basados en las diferencias observadas en la secuencia del gen ompA. Esta enfermedad recibe el nombre de psitacosis porque las psitácidas son las aves infectadas con mayor frecuencia y a partir de ellas las personas se infectan con más frecuencia. Sin embargo, las aves paseriformes no están exentas de infectarse, habiéndose descrito la infección en 465 especies de aves pertenecientes a 30 órdenes diferentes, con al menos 153 especies de psitácidas. En EE.UU. las aves más afectadas son los pavos, las palomas y las psitácidas. En Europa las más afectadas son los patos y los gansos. 

 

La primera descripción de infección en una persona por esta bacteria correspondía a un veterinario que se contagió accidentalmente a partir de pavos infectados; la segunda descripción fue de un estudio de la Universidad de Ghent que señaló un alto porcentaje de infección humana en propietarios y veterinarios que trabajaban en criaderos de aves de psitácidas.

 

Esta infección se transmite por contacto directo con aves que eliminan los cuerpos elementales de C. psittaci por sus secreciones nasales y con las heces, los cuales son muy infectivos y resistentes a las condiciones ambientales externas. El polvo fecal contaminado es el elemento infectante más importante. La eliminación puede no ser continua, sino esporádica, a veces inducida por estrés. El estado de portador puede durar años. El organismo sobrevive al secado de las secreciones y heces, lo que facilita la contaminación ambiental y de ropas o equipos. Puede transmitirse ave-ave, ave-persona y persona-persona. Las personas más propensas a infectarse son aquellas que tienen contactos con aves, como son los propietarios de aves de compañía, criadores de aves especialmente de psitácidas, trabajadores de plantas de despieces de pavos, trabajadores de zoológicos donde se encuentren aves, veterinarios, asistentes a ferias de aves, visitantes de tiendas de animales, o casos ocasionales en personal de aduanas que controlan su importación, como el ocurrido en Antwerp Custom Office, …

 

El periodo de incubación desde la transmisión es de 4 a 15 días (10 días). Las aves infectadas padecen diarrea, tos, exudación ocular y nasal, aunque pueden ser asintomáticas o evolucionar fatalmente. En las personas infectadas las manifestaciones van de signos respiratorios leves a neumonía grave, aunque también se pueden afectar otros órganos y los pacientes manifestar diarrea, conjuntivitis, artritis o afectación genital. Lo más frecuente es un proceso respiratorio febril, de comienzo brusco con escalofríos, mialgias, artralgias, cefaleas, tos, anorexia y dolor torácico. Los niños, ancianos e inmunocomprometidos pueden desarrollar una enfermedad más grave. Las aves se tratan con clorotetraciclinas durante 45 días, pero las palomas y pavos requieren un tratamiento prolongado. En las personas se realiza un tratamiento durante 21 días.

 

Cuando las aves están parasitadas por el ácaro Dermanyssus gallinae, éstos también pueden transmitirla.

 

  • Salmonelosis

Se ha aislado Salmonella spp. de varias aves paseriformes o psitácidas, a veces asociadas a signos clínicos y otras en su ausencia (portadoras). Cuando manifiestan signos clínicos las aves presentan diarrea, anorexia, deshidratación o enfermedad multisistémica, incluyendo septicemia u osteomielitis. Salmonella enterica subsp. enterica serov. typhimurium se ha descrito en aves paseriformes con granulomas en hígado, ciego o bazo. En algunos casos ha sido transmitida a personas, por lo que debe tenerse cuidado al manejar las excretas de estas aves. También se ha descrito la transmisión por el ácaro Dermanyssus gallinae. En las personas, tras la transmisión oro-fecal, el periodo de incubación puede ser de 6 a 72 horas (12-36), manifestándose con un cuadro de gastroenteritis con diarrea, vómitos y fiebre moderada. En algunos casos progresa por diseminación dando lugar a fiebre elevada, con cefaleas, esplenomegalia y septicemia. Pueden dar lugar a infecciones focales en cualquier órgano, incluyendo riñones, articulaciones, meninges, corazón o periosteo óseo.

 

  • Tuberculosis

Las especies de micobacterias aisladas con más frecuencia de las aves son Mycobacterium avium y Mycobacterium genavense. En las aves, Mycobacterium avium causa la tuberculosis aviar, una enfermedad crónica debilitante con nódulos granulomatosos. Las aves infectadas se encuentran deprimidas, delgadas, débiles y a veces diarreicas. Durante la infección eliminan grandes cantidades de esta bacteria al ambiente. Se cree que las personas se infectan a partir del ambiente, aunque no está claro. Afecta preferentemente a inmunodeprimidos. Los afectados pierden peso, suelen manifestar dolor abdominal, diarreas y cansancio.

 

En las personas, Mycobacterium avium puede causar infección local de heridas con afectación de los ganglios regionales. En los inmunodeprimidos puede provocar una enfermedad diseminada por ingestión de alimentos o agua contaminada con heces de aves. Es una infección más difícil de tratar que la tuberculosis.

 

La especie Mycobacterium tuberculosis, causante de la tuberculosos humana, se ha encontrado raramente en las aves. Se han descrito unos casos en Nueva York y Suiza en guacamayos de alas verdes (Ara chloroptera) que padecían síntomas de tuberculosis (letargia, osteomielitis, paniculitis granulomatosa y hepatitis granulomatosa). En ambos casos los propietarios padecían tuberculosis pulmonar con cultivo de esputo positivo y manifestaron que tenían contacto íntimo con las aves, como alimentarlos boca-pico. Esas aves vivieron tiempo suficiente como para que pudiesen ser fuente de infección para otras personas. Aparte de estos casos, que conozcamos, sólo se ha descrito el caso de un canario infectado con Mycobacterium truberculosis.  

 

  • Campilobacteriosis (Campylobacter spp.)

La campilobacteriosis es la zoonosis más frecuente en la Unión Europea. Campylobacter spp., y en concreto Campylobacter jejuni, es responsable de la enfermedad transmitida por alimentos (food-borne), manifestada por gastroenteritis (diarreas y vómitos). Campylobacter spp. es eliminado por amplia variedad de aves de compañía, paseriformes y psitácidas, así como por aves migratorias, por lo que se considera que pueden ser reservorio y causar la infección de personas y de otros animales, como los domésticos.

 

  • Fiebre Q (Coxiella burnetii; Query fever)

Coxiella burnetii es una bacteria intracelular endémica en todo el Mundo. La forma aguda suele ser una enfermedad autolimitada febril, con frecuencia asociada a neumonitis o hepatitis. Esta bacteria se ha encontrado en aves, roedores, marsupiales, peces e incluso en artrópodos, como más de 40 especies de garrapatas duras y blandas, en piojos, ácaros y moscas parásitas. El ganado bovino, las ovejas y las cabras se consideran el principal reservorio para la transmisión a personas. La exposición de personas al parto de perros y gatos se considera un factor de riesgo. Los animales infectados eliminan la bacteria por orina y heces, localizándose preferentemente en el útero y glándulas mamarias, alcanzando un número muy elevado en la placenta. Puede estar presente en suelos durante meses. La inhalación de aerosoles contaminados se considera el principal mecanismo de transmisión interhumana, así como la ingestión de leche fresca. También se ha descrito la transmisión vertical durante la gestación, la transmisión de persona-persona, la contaminación al realizar autopsias de animales, o incluso al aplastar una garrapata entre los dedos. Respecto a aves de compañía se han descrito brotes por contaminación a partir de palomas.

 

  • Enfermedad de Lyme (Borrelia burgdorferi sensu lato)

Diferentes cepas de Borrelia burgdorferi sensu lato se han aislado de garrapatas duras recogidas de aves de canto en diferentes partes del mundo, incluida Europa.

 

Mediante infecciones experimentales se ha podido comprobar que los canarios inoculados desarrollan rápidamente una espiroquetemia leve, sin síntomas clínicos o muy escasos. Esto sugiere que las aves paseriformes serían de escasa importancia como reservorio de amplificación de la borreliosis de Lyme. No se han encontrado psitácidas infectadas con Borrelia burgdorferi.

 

Además, las garrapatas son detectadas fácilmente en las plumas de las aves de compañía, por lo que se les retirarían, disminuyendo el potencial para transmisión por picaduras de esas garrapatas a personas.

 

Por ello, se considera que no existe riesgo de transmisión de borreliosis de Lyme de aves de compañía a personas, y en todo caso las aves podrían actuar como portadoras de las garrapatas infectadas a distancia.

 

  • Otras bacterias

Se han encontrado muchas bacterias gramnegativas en aves de compañía patógenas humanas, como: Pasteurella spp., Klebsiella spp., Yersinia spp., Pseudomonas spp., Escherichia coli, incluyendo E. coli O157: H7 transmitida de aves paseiformes a ganado bovino y desde estas introducida en la cadena alimentarias. No se ha demostrado la trasmisión desde aves a personas.

 

Enfermedades virales

 

Las infecciones virales con posible transmisión humana no son frecuentes en las aves de compañía, a menos que se mantengan en criaderos en el exterior donde puedan contactar con aves migratorias infectadas u otras aves domésticas que hayan podido ser infectadas con aquellas. Los virus transmitidos por aves a personas son los relacionados a continuación, y como decíamos lo han sido a través de la exposición a aves salvajes, de vida libre, o a través de aves domésticas contagiadas por aquellas.

 

  • Influenza aviar (Influenza A H1N1; H7N9; H9N2).
  • Arbovirosis por virus Usutu (Flavivirus transmitido por Culex pipiens, que ha entrado en Europa y se ha descrito en varios países).
  • Enfermedad de Newcastle (Paramyxovirus aviar).
  • Fiebre del Oeste del Nilo (West Nile fever virus).

Enfermedades fúngicas

 

  • Histoplamosis (Histoplasma capsulatum).

Este hongo prefiere crecer en suelos contaminados con excretas de aves o de murciélagos, como ocurre en las cuevas habitadas por murciélagos (enfermedad de las cuevas). La histoplasmosis por Histoplasma capsulatum puede transmitirse al respirar polvo contaminado con heces de palomas o de murciélagos. Las aves o los murciélagos no se afectan. Pueden afectarse muchos tipos de animales como perros, gatos, ganado bovino, ovejas, caballos o animales salvajes. En las personas se han descrito tres formas de afectación: pulmonar aguda, pulmonar cavitaria y diseminada. La forma pulmonar agua es un síndrome gripal de varias semanas de duración con fiebre, escalofríos, malestar, tos no productiva y dolor torácico. La forma pulmonar cavitaria es similar a la tuberculosis con tos productiva, expectoración purulenta, pérdida de peso y dificultad respiratoria. En la forma diseminada, que ocurre en individuos jóvenes y ancianos, aparece hepatomegalia y esplenomegalia. Los niños, ancianos e inmunodeprimidos son los más susceptibles.  Las aves originarias de donde este hongo es endémico, como Norte, Centro y Sudamérica podrían estar infectadas con este hongo y transmitirse a personas a través de sus deyecciones. En el caso de que las aves de compañía procediesen de aquellos lugares debe contemplarse su posible infección por este hongo.

 

  • Criptococosis (Cryptococcus neoformans).

Este hongo se desarrolla en suelos enriquecidos con excretas de aves. Es raro que afecte a las aves, pero éstas pueden transmitirlo. Puede afectar a personas, caballos, perros y gatos, entre otros. Cryptococcus neoformans se ha encontrado en canarios, periquitos, loros, cacatúas encrestadas australianas, aves del amor -inseparables- (Agapornis spp.). Del suelo a las aves se transmite por ingestión de las levaduras. De las aves a las personas puede transmitirse por inhalación o inoculación cutánea de las levaduras presentes en las excretas desecadas de las aves, como las que se pueden encontrar en los nidos de palomas. Las aves de compañía mantenidas en el exterior podrían contagiarse a partir de las excretas de palomas. Las personas se infectan al respirar deyecciones secas contaminadas o al introducirlo en la piel por traumatismos cutáneos. Cuando se inhala causa un cuadro clínico similar a una neumonía con fiebre, tos, dolor torácico y dificultad respiratoria. Si se disemina puede provocar un cuadro meníngeo con rigidez de nuca y alteraciones visuales. En realidad no es una zoonosis porque el reservorio es el suelo y no las aves que la ingieren y eliminan con las heces.

 

  • Microsporidiosis (Microsporidia).

Microsporidia son hongos unicelulares, intracelulares obligados que infectan a vertebrados e invertebrados. Se han descrito infecciones, tanto en inmunodeprimidos como en inmunocompetentes. De las 8 especies encontradas en personas, algunas se consideran emergentes como Enterocytozoon bineusi, Encepahalytozoon intestinalis, Encephalytozoon hellem y Encephalytozoon cuniculi.

 

Enterocytozoon bineusi y Encephalytozoon intestinalis causan diarrea crónica en inmunodeprimidos y diarrea autolimitada en inmunocompetentes. Encephalytozoon hellem y Encephalytozoon cuniculi se han encontrado causando infecciones oculares o diseminadas en inmunodeprimidos.

 

Todas las especies que afectan a personas se han encontrado en aves. Se describieron inicialmente en 1975 en las psitácidas “inseparables” (Love birds, Agapornis personta, Familia Psittaculidae) procedentes de África. Encephalytozoon hellem se considera un hospedador primario de aves. En las aves en cautividad provoca la microsporidiasis descrita en periquitos (budgerigars, Melopsittacus undulatus) en 1997. Desde entonces se ha descrito en muchas especies de psitácidas. También se han descrito en psitácidas Enterocytozoon bieneusi y Encephalytozoon cuniculi. La infección en aves se manifiesta con signos inespecíficos como depresión, disminución del apetito, pérdida de peso y diarrea, a veces conjuntivitis y queratitis. Algunas mueren sin síntomas.

 

Enfermedades por protozoos

 

  • Giardiosis.

Se han descrito varias especies de Giardia en las aves (G. ardeae, G. psittaci), pero hasta donde conocemos, estas especies no son transmisibles a personas.

 

  • Criptosporidiosis.

La criptosporidiosis por varias especies de Cryptosporidium (C. meleagridis, C. baileyi, C. galli, C. parvum) se ha encontrado en más de 30 especies de aves, incluidas en los loros, en las que puede provocar gastroenteritis con diarrea. Algunas de esas  especies se han encontrado en casos de enfermedad diarreica en personas. En las personas infectadas aparece un cuadro de dolor abdominal, náuseas y diarrea acuosa de 3 a 4 días de duración. En los inmunocomprometidos puede causar diarrea grave persistente acompañada de malabsorción y pérdida de peso. La infección se transmite por vía feco-oral a través de los ooquistes eliminados con las heces.

 

  • Toxoplasmosis (Toxoplasma gondii).

En ocasiones se describe a Toxoplasma gondii en relación con las aves de compañía. Efectivamente, puede encontrarse en aves de compañía como consecuencia de haber ingerido ooquistes con alimentos contaminados, provocando una infección en ellas. Sin embargo, en el intestino de las aves no se produce el ciclo sexual que conlleva la eliminación de ooquistes en las heces, con lo cual no existe riego de transmisión por esta vía. Tampoco existe el riesgo de adquirir la infección a través de la ingestión de los quistes tisulares, porque no se ingieren este tipo de aves. Por ello, consideramos que no existe ningún riesgo de transmisión de Toxoplasma gondii de aves de compañía a personas.

Alveolitis alérgica (pulmón de los cuidadores de palomas - pigeon breeder´s lung-; pulmón de los cuidadores de aves –birds breeder´s lung-; neumoconiosis por caspa de periquitos –budgerigar dander pneumoconiosis-; Birds fancier´s lung).

 

Esta afección debe considerarse en el diagnóstico diferencial de una posible enfermedad infecciosa supuestamente transmitida por aves de compañía, ya que no corresponde a una infección, sino a un cuadro de hipersensibilidad (neumonitis por hipersensibilidad) de tipo III debida al desarrollo de anticuerpos precipitantes, que al reaccionar con el antígeno desencadenante a nivel del alveolo pulmonar provoca un proceso inflamatorio pulmonar, que si se cronifica puede llevar a la fibrosis pulmonar. El cuadro es desencadenado por la exposición a proteínas de las aves presentes en las plumas, la caspa o las heces secas. Puede ser desencadenada por aves como palomas, periquitos, cacatúas, loros, tórtolas, pavos o pollos.

 

Los signos clínicos son debidos a la reducción de la capacidad pulmonar debida a la hipersensibilidad a plumas, caspa o polvo fecal que causa una inflamación alveolar. Esta afección puede presentarse de forma aguda, subaguda o crónica. La forma aguda se desencadena a las 4 a 6 horas de haberse expuesto una persona sensibilizada al producto de las aves, como cuando se limpia una jaula o un palomar. Los síntomas aparecen al poco tiempo de la exposición, aunque sea a cantidades mínimas de plumas, caspa o heces desecadas, presentando un cuadro clínico con fiebre, escalofríos, dificultad respiratoria, tos no productiva y malestar torácico. Cuando cesa la exposición el paciente mejora. La forma crónica que puede desarrollarse en dos años o incluso después de 10 o 20 años de exposiciones repetidas es más grave, caracterizándose por tos crónica no productiva, intolerancia al ejercicio y pérdida de peso y fibrosis intersticial progresiva. Esta forma puede dar lugar a una lesión pulmonar permanente, incluyendo la fibrosis pulmonar, con reducción del intercambio gaseoso en los alveolos y de la capacidad pulmonar, que a la larga puede ser fatal. La gravedad de la afección puede reducirse usando máscaras cuando se limpian las jaulas, realizando una limpieza diaria para que no se acumulen plumas, caspa o heces desecadas, bañando las aves con frecuencia y disponiendo las instalaciones de purificadores de aire.

 

Causas de enfermedades transmitidas por aves de compañía según localización de la afectación principal

 

A continuación relacionamos las infecciones o enfermedades según las principales manifestaciones:

 

Enfermedades producidas por aves de compañía con manifestación gripal (Influenza-like) o sintomatología pulmonar

 

    • Clamidofilosis (psitacosis, ornitosis, fiebre por loros) (Chlamydophila psittaci).
    • Histoplasmosis (Histoplasma capsulatum).
    • Criptococosis pulmonar (Cryptococcus neoformans).
    • Micobacteriosis (Mycobacterium avium, Mycobacterium genavense, …)
    • Fiebre Q (Coxiella burnetii).
    • Gripe (Influenza A de varios subtipos). Raro si las aves no se mantienen en criaderos  en el exterior.
    • Enfermedad de Newcastle (Paramixovirus). Raro si las aves no se mantienen en criaderos  en el exterior.
    • Fiebre del Oeste del Nilo (West Nile fever virus). Raro si las aves no se mantienen en criaderos  en el exterior.
    • Alveolitis alérgica (Hipersensibilidad tipo III a plumas, caspa, deyecciones secas de aves).

Enfermedades producidas por aves de compañía con manifestación gastrointestinal

 

    • Salmonelosis (Salmonella enterica subsp. enterica de varias serovariedades).
    • Campilobacteriosis (Campylobacter spp.).
    • Criptosporidiasis (Cryptosporidium spp.).

Enfermedades producidas por aves de compañía con manifestación cutánea

 

    • Pasteurelosis (Pasteurella spp.).
    • Erisipeloide (Erysipelothrix rhusiopatiae).
    • Criptococosis (Cryptococcus neofomans).
    • Dermatitis por ácaros (avian mites dermatitidis) (Dermanyssus gallinae; Ornithonyssus sylvarium).
    • Micobacteriosis no tuberculosa (Mycobacterium spp).

Pruebas realizadas en IVAMI:

 

  • Detección molecular (PCR) para el microorganismo según sospecha clínica o manifestaciones.

Muestra recomendada:

 

  • Procesos respiratorios: muestra respiratoria profunda, expectoración o exudado nasofaríngeo (infecciones víricas).
  • Procesos gastrointestinales: muestra de heces.
  • Procesos cutáneos: muestras de exudado de la lesión cutánea.

 

Conservación y envío de la muestra:

 

  • Refrigerada (preferido) durante menos de 2 días.
  • Congelada: más de 2 días.

 

Coste de la prueba: