Información 13-05-14 (actualización 22-08-14)

    El virus Ebola causa una fiebre hemorrágica, con características clínicas similares a las producidas por otros virus productores de fiebres hemorrágicas. Este virus produce una enfermedad grave, a menudo fatal, y afecta a personas y primates no humanos (monos, gorilas, chimpancé). Cuando ocurre la infección, los síntomas comienzan bruscamente e incluyen fiebre, dolor muscular, debilidad, cefaleas, y odinofagia. Posteriormente, los pacientes manifiestan vómitos, diarrea, fracaso renal y hepático, exantema maculopapular, y síntomas y signos de hemorragias internas y externas. Al final, los pacientes desarrollan un fallo multiorgánico. La transmisión entre personas ocurre a través de sangre o de secreciones como  orina, heces, semen, leche materna y posiblemente otras, así como por exposición a objetos contaminados con secreciones infectadas. Los pacientes pueden transmitir mientras se encuentran en estado febril, e incluso postmortem.

    El periodo de incubación puede ser entre 2 a 21 días después del contacto, aunque lo más frecuente es entre 8 y 10 días.

    Los síntomas habituales son:

Fiebre, cefaleas, dolores musculares y articulares, debilidad, diarrea, vómitos, dolor abdominal, anorexia.

    Otros síntomas que presentan algunos pacientes son:

Exantema (rash), enrojecimiento ocular, tos, faringitis, dolor torácico, dificultad respiratoria, dificultad de deglución, hemorragias externas e internas.
    
    Una proporción importante de infectados fallece, pero algunos pacientes se recuperan, desconociéndose con exactitud la razón de una evolución u otra. Se sabe que los pacientes que fallecen no han desarrollado una respuesta significativa de anticuerpos.

    La transmisión desde su reservorio natural a personas puede ocurrir por contacto con animales vivos o muertos infectados. Se han realizado multitud de estudios para conocer el reservorio natural de la infección, investigándose muchas especies de mamíferos, de artrópodos y de plantas. En algunos casos se han encontrado secuencias de ácidos nucleicos, pero todo hace pensar que son la consecuencia de haberse infectado a partir de otro reservorio. Actualmente, el reservorio más admitido son varias especies de murciélagos fructivoros (Hypsignathus monstrosus, Epomops franqueti, y Myonycteris torquata). Como indicamos previamente, la transmisión interhumana de esta virosis se produce por contacto directo con sangre, secreciones, tejidos, órganos y líquidos corporales de personas infectadas, vivas o fallecidas. La transmisión persona a persona es el principal mecanismo de infección, siendo mayor el riesgo en la fase final de la enfermedad.

    El virus Ebola es un Filoviridae (Género Ebolavirus), con cinco subespecies admitidas actualmente, diferenciadas filogenéticamente:

  • Virus Ebola - Zaire ebolavirus (EBOV).
  • Virus Sudán - Sudán ebolavirus (SUDV).
  • Virus Taï Forest –Thai Forest Ebolavirus (TAFV) (antes Côte d´Ivoire ebolavirus).
  • Virus Bundibugyo -Bundibugyo ebolavius (BDBV).
  • Virus Reston -Reston ebolavirus (RESTV): no patógena para humanos. Esta subespecie se ha aislado de monos Cynomolgous importado a EE.UU. e Italia desde Filipinas.

       El brote actual, iniciado en marzo 2014 en Guinea Conakry, el mayor brote que se haya conocido, está causado por una cepa homóloga de la subespecie “virus Ebola” (Zaire ebolavirus, EBOV). Posteriormente, se ha ido extendiendo a otros países de África Occidental.

Procedimientos diagnósticos de laboratorio

       Los síntomas iniciales de la enfermedad son inespecíficos y pueden aparecer en pacientes con infecciones habituales. Por  ello se requiere el diagnóstico virológico de laboratorio.
       
Existen varias opciones de diagnóstico virológico:

  • Detección de ácido nucleico viral (ARN) en la muestra obtenida del paciente: este es el procedimiento de elección por poderse realizar en muestras inactivadas, desde el punto de vista de infecciosidad. Además es el procedimiento más rápido, y también permite la caracterización del virus para identificar su subespecie.
  • Aislamiento en cultivo e identificación: esta opción no la recomendamos por ser más lenta que la detección de ácidos nucleicos, requerir manipular muestras sin inactivar, implicar mayor riesgo para el personal del laboratorio, y requerir posteriormente la identificación del virus aislado, utilizando procedimientos idénticos a los que se pueden aplicar sobre las muestras del paciente.
  • Detección de antígenos virales: sin interés cuando se dispone de métodos de detección de ácidos nucleicos.
  • Detección de anticuerpos específicos de clase IgM o IgG: sin interés habitualmente, y sólo para confirmar aquellos casos probables que se hayan podido recuperar de la enfermedad, o para realizar estudios de contactos posibles. Pruebas realizadas en IVAMI:
  • Pruebas de RT-PCR con varios genes de virus Ebola, en cualquiera de las muestras recibidas.
Muestras para diagnóstico:

Normas generales. Debe tenerse en cuenta lo siguiente:

  • El virus se encuentra en sangre en concentraciones detectables unos 3 días después del comienzo de los síntomas, principalmente después de la fiebre, por lo que no se recomienda realizar las pruebas antes de los 3 días del comienzo de la fiebre.
  • El virus continúa presente en sangre durante 3 a 10 días después del comienzo de los síntomas, y puede, a veces, detectarse hasta durante varios meses en algunas secreciones.
Muestras  recomendadas:

  • Sangre: muestra de sangre completa no coagulada extraída con EDTA (1 vial con 5 a 10 mL). No centrifugar, ni manipular fuera del laboratorio.
  • Orina: tubo de cierre hermético conteniendo unos 10 mL.

Seguir instrucciones indicadas a continuación, respecto a la manipulación y protección de los envases con las muestras.

Conservación y envío de la muestra:

    Mantener refrigerada (preferido) durante menos de 2 días, hasta su transporte que será a temperatura ambiente.

Medidas de seguridad para manipulación de muestras

Seguir normas estrictas de control de infección, para el contacto con las muestras o los envases que las contengan, y que incluirán:

  • Durante la toma de las muestras, se seguirán también las medidas indicadas a continuación.
  • Cualquier procedimiento que implique contacto con sangre, otros líquidos biológicos, secreciones del paciente, o generación de aerosoles, debe realizarse en condiciones estrictas de protección. Para ello, la persona que realice la obtención de la muestra, por ejemplo la extracción sanguínea, estará provista de pantalla protectora facial, o como alternativa de gafas protectoras y de mascarillas tipo FFP2, así como de doble par de guantes, y de bata impermeable a líquidos. Nunca se utilizará el sistema de jeringa y aguja tradicional, sino un sistema tipo vacutainer para protección de pinchazos. Una vez obtenida la muestra de sangre el material utilizado será introducido en un sistema de eliminación de residuos infecciosos, o en caso de no disponerse de él, se introducirán en recipientes con lejía.
  • Nunca se realizará ningún procedimiento que implique abrir los recipientes primarios donde se hayan obtenido las muestras, por ejemplo alicuotado de las muestras.
  • Las muestras se enviarán con el sistema de TRIPLE EMPAQUETADO. Este sistema comprende un recipiente de protección primario (bolsa de plástico sellada o un recipiente de seguridad biológica como los proporcionados por Sarstedt, donde se introducirán los tubos con las muestras, rodeados de material absorbente). El recipiente de protección primario, se introducirá en un recipiente de protección secundario, de cierre hermético y a prueba de aplastamientos. El recipiente de protección secundario, se introducirá en un embalaje homologado para envíos de material infeccioso, de cartón, perfectamente identificado con el indicativo de material infeccioso, y con el destino.
  • Importante, como ya hemos comentado, tener previsto que los recipientes que contengan las muestras obtenidas del paciente (por ejemplo tubo de extracción sanguínea tipo vacutainer), no deben ser abiertos, y deben introducirse en un recipiente de protección primario que esté provisto en su interior de un material absorbente –por ejemplo lámina absorbente-. Este recipiente de protección primario debe cerrarse herméticamente.
  • Limpiar cualquier superficie, donde se hayan ubicado o manipulado las muestras, con solución de hipoclorito sódico (lejía) diluida al 1:10.
Utilizar, como se ha indicado previamente, la protección individual de barrera y respiratoria:
  • Ponerse mascarilla con respirador tipo FFP2.
  • Ponerse doble par de guantes.
  • Utilizar bata impermeable.
  • Cubrir totalmente piernas y zapatos.
  • Utilizar pantalla facial o como alternativa gafas protectoras de laboratorio.
  • Higiene de manos, antes y después de tocar los envases con las muestras.

Coste de la prueba:    

       Consultar a: ivami@ivami.com