Catarata congénita, dimorfismo facial y neuropatía (Congenital cataracts, facial dysmorphism and neuropathy) – Gen CTDP1.

La catarata congénita, dismorfia facial y neuropatía (CCFDN) es una alteración poco frecuente común que afecta a varias partes del organismo. Se caracteriza por cataratas congénitas y otras anomalías oculares, como microftalmia y nistagmus. Con frecuencia, los individuos afectados, principalmente los varones, tienen rasgos faciales concretos que se hacen más evidentes a medida que alcanzan la edad adulta. Estas características incluyen un tercio medio facial prominente, una nariz grande, dientes prominentes, y una mandíbula inferior pequeña. Esta enfermedad provoca un daño progresivo a los nervios periféricos, conocido como neuropatía periférica. En los primeros años de vida, los individuos afectados manifiestan debilidad en las piernas y los brazos, lo que conduce a un retraso en el desarrollo de las habilidades motoras. En la adolescencia, estos individuos desarrollan alteraciones sensoriales como entumecimiento y hormigueo, sobre todo en las piernas, lo que provoca dificultades significativas con la movilidad en la edad adulta. La debilidad muscular también puede conducir a anomalías esqueléticas tales como manos y pies deformes y una curvatura anormal de la columna vertebral. Además, los individuos afectados pueden tener ataxia, temblores y dismetría. Algunos individuos tienen discapacidad intelectual leve. Los individuos con CCFDN tienen baja estatura, bajo peso, y menor densidad ósea.

Una complicación denominada rabdomiólisis se produce en algunas personas con CCFDN, por lo general después de una infección viral o, en raras ocasiones, durante o después de la cirugía. La destrucción del tejido muscular libera mioglobina, que es procesada por los riñones y liberada en la orina. La presencia de mioglobina hace que la orina sea de color rojo o marrón. Los músculos pueden tardar hasta un año en recuperarse, y los episodios pueden empeorar la debilidad muscular causada por la neuropatía.

Este proceso es debido a mutaciones en el gen CTDP1, situado en el brazo largo del cromosoma 18 (18q23). Este gen, codifica una proteína denominada carboxifosfatasa 1. Esta proteína ayuda a regular la actividad de la enzima ARN polimerasa II. La enzima RNA polimerasa II inicia el proceso de transcripción para dirigir la síntesis de proteínas.

Hasta el momento, se ha identificado una mutación en el gen CTDP1 en las personas con catarata congénita, dismorfia facial y neuropatía (CCFDN). Esta mutación, IVS6 + 389C> T, altera la forma en la que se codifica la proteína carboxifosfatasa 1. Esta mutación introduce una señal de parada precoz en la codificación de la proteína, lo que conduce a una proteína no funcional que no puede regular la transcripción. Una regulación defectuosa del proceso de transcripción afecta el desarrollo y la función de muchas partes del organismo. Sin embargo, no está claro cómo la pérdida funcional de carboxifosfatasa 1 da lugar a los signos y síntomas específicos de CCFDN.

Esta enfermedad se hereda con un patrón autosómico recesivo, es decir, ambas copias del gen en cada célula deben tener las mutaciones para que se exprese la alteración. Los padres de un individuo con una enfermedad autosómica recesiva tienen una copia del gen mutado, pero por lo general no muestran signos y síntomas de la enfermedad.

Pruebas realizadas en IVAMI: en IVAMI realizamos la detección de mutaciones asociadas  con catarata congénita, dismorfia facial y neuropatía (CCFDN), mediante la amplificación completa por PCR de los exones del gen CTDP1, y su posterior secuenciación.

Muestras recomendadas: sangre extraída con EDTA para separación de leucocitos sanguíneos, o tarjeta impregnada con muestra de sangre desecada (IVAMI puede enviar por correo la tarjeta para depositar la muestra de sangre).