Preeclampsia (Preeclampsia) - Genes CORIN, EPHX1 y STOX1 

La preeclampsia es una complicación del embarazo en la que la mujer afectada desarrolla hipertensión, que puede acompañarse de proteinuria excesiva. Esta alteración ocurre generalmente en los últimos meses del embarazo y con frecuencia requiere un parto prematuro. En muchas mujeres con preeclampsia leve el problema se detecta por primera vez a través de la tensión arterial y el análisis de orina. Otras características iniciales de la enfermedad son edema facial o en las manos y, un aumento de peso de más de 1 kg en pocos días. En las formas más intensas, las mujeres afectadas pueden padecer cefaleas, mareos, irritabilidad, oliguria, dolor abdominal superior, náuseas o vómitos. En ocasiones pueden producirse cambios en la visión, incluyendo fotofobia, visión borrosa o ceguera temporal.

En la mayoría de los casos, la preeclampsia es leve y desaparece en unas pocas semanas después del parto. Sin embargo, en los casos graves, la enfermedad puede afectar órganos como el corazón, el hígado y los riñones, pudiendo desencadenar complicaciones que amenazan la vida. La hipertensión extrema en la madre puede provocar un accidente cerebrovascular hemorrágico. La encefalopatía hipertensiva también puede dar lugar a convulsiones. Si se padecen convulsiones, la afección se considera que ha progresado a la eclampsia, que puede dar lugar a coma. Entre el 10 y el 20 por ciento de las mujeres con preeclampsia grave desarrollan otra complicación potencialmente fatal llamada síndrome HELLP. Este síndrome provoca hemólisis y concentraciones elevadas de enzimas hepáticas y bajas de plaquetas. La preeclampsia grave también puede afectar al feto, provocando el deterioro del flujo de la sangre y oxígeno, lo que provoca problemas de crecimiento o muerte fetal. Los recién nacidos que nacen prematuramente debido a la enfermedad pueden tener complicaciones asociadas con la prematuridad, como problemas respiratorios debidos a  pulmones subdesarrollados. Las mujeres que han tenido preeclampsia tienen aproximadamente el doble de riesgo, respecto a la población general de mujeres, de padecer a o largo de su vida enfermedad cardiaca y/o accidente cerebrovascular.

Las causas específicas de la preeclampsia no se conocen bien. En algunas mujeres el organismo no reacciona correctamente a los cambios de líquidos en la gestación, lo que lleva a los problemas con la presión arterial alta y la producción de orina en los riñones que se producen en la preeclampsia. Las razones de estas reacciones anormales a los cambios del embarazo varían en diferentes mujeres y pueden diferir dependiendo de la etapa de la gestación en la que se desarrolla la enfermedad. Los estudios sugieren que la preeclampsia está relacionada con un problema con la placenta. Si hay una conexión insuficiente entre la placenta y las arterias del útero, la placenta no recibe suficiente sangre. Ante esta situación el organismo responde liberando diversas sustancias, incluyendo moléculas que afectan el endotelio vascular. Por mecanismos que no están claros, la reacción del endotelio vascular parece aumentar los factores que hacen que los vasos sanguíneos se estrechen. Como consecuencia, los vasos sanguíneos se contraen anormalmente, dando lugar a la hipertensión. Estas anomalías de los vasos sanguíneos también afectan a los riñones, provocando que algunas proteínas que normalmente son absorbidas en la sangre se excreten en la orina.

Se cree que las variaciones en los genes implicados en el equilibrio de líquidos, el funcionamiento del endotelio vascular, o el desarrollo de la placenta afectan el riesgo de desarrollar la preeclampsia. Muchos otros factores, probablemente, contribuyen también al riesgo de desarrollar esta compleja alteración. Estos factores de riesgo incluyen un primer embarazo, un embarazo  gemelar o múltiple, obesidad, ser mayor de 35 años o menor de 20 años, antecedentes de diabetes, hipertensión o enfermedad renal, así como la preeclampsia en un embarazo anterior. El nivel socioeconómico y el origen étnico también se han asociado con un mayor riesgo. La incidencia de la enfermedad en los Estados Unidos se ha incrementado un 30 por ciento en los últimos años, atribuido en parte a un aumento en las madres mayores y nacimientos múltiples resultantes de la utilización de métodos de reproducción asistida.

En ocasiones, la enfermedad se produce como consecuencia de mutaciones en los genes CORIN (corin, serine peptidase), EPHX1 (epoxide hydrolase 1) y STOX1 (storkhead box 1).

El gen CORIN, situado en el brazo corto del cromosoma 4 (4p12), codifica un miembro de la serina-proteasa transmembrana tipo II de la superfamilia de la tripsina. Los miembros de esta familia están compuestos de múltiples dominios estructuralmente distintos. La proteína codificada convierte al pro-péptido natriurético auricular en el péptido natriurético auricular biológicamente activo, una hormona cardíaca que regula el volumen sanguíneo y la presión arterial. Esta proteína puede funcionar también como un tipo de proconvertasa péptido natriurético.

El gen EPHX1, situado en el brazo largo del cromosoma 1 (1q42.1), codifica la enzima epóxido hidrolasa, que juega un papel tanto en la activación, como en la desintoxicación de epóxidos. Las mutaciones en este gen causan una deficiencia de la enzima epóxido hidrolasa o un aumento de su actividad.

El gen STOX1, situado en el brazo largo del cromosoma 10 (10q22.1), codifica una proteína que puede actuar como una proteína de unión a ADN. Está involucrada en la regulación de las concentraciones de especies reactivas oxidativas y especies reactivas de nitrógeno, asó como en la homeostasis mitocondrial en la placenta. Las mutaciones en este gen, provocan la pérdida de su función.

La mayoría de los casos de preeclampsia no parecen ser heredados. La tendencia a desarrollar la alteración parece encontrarse en familias. Sin embargo, el patrón de herencia es desconocido.

Pruebas realizadas en IVAMI: en IVAMI realizamos la detección de mutaciones asociadas  con preeclampsia, mediante la amplificación completa por PCR de los exones de los genes CORIN, EPHX1 y STOX1, respectivamente, y su posterior secuenciación.

Muestras recomendadas: sangre extraída con EDTA para separación de leucocitos sanguíneos, o tarjeta impregnada con muestra de sangre desecada (IVAMI puede enviar por correo la tarjeta para depositar la muestra de sangre).