Bocavirus: Diagnóstico molecular (rt-PCR).

Información 25-05-2017.

Introducción

Bocavirus humano (HBoV) es un Parvovirus identificado en 2005 en muestras de torundas y lavados nasofaríngeos de niños con infecciones respiratorias sin etiología conocida en el 3,1% de los casos, por lo que se propuso como patógeno causal de enfermedades del tracto respiratorio. Posteriormente, se encontraron tres subtipos adicionales en muestras de heces llamados HBoV2, HBoV3 y HBoV4 para diferenciar del subtipo encontrado en el aparato respiratorio, HBoV1. Los genotipos de HBoV pertenecen a la familia Parvoviridae, subfamilia Parvovirinae, género Parvovirus, que infectan únicamente a vertebrados.

Parvovirus son virus pequeños, icosaédricos, no-envueltos, de 18 a 26 nm de diámetro, con un ADN monocatenario de 5 kb, lineal, de sentido positivo o negativo y secuencia terminal de 32-52 nt que interviene en replicación, con una secuencia muy similar a la de BPV (Bovine Parvovirus) y CMV (Canine Minute virus). El nombre asignado de Bocavirus procede de la combinación de “Bovine Parvovirus” (BPV) y “Canine Minute virus” (CMV) debido a las similitudes genómicas entre estos virus. Se ha propuesto su agrupación en dos especies (clusters): Bocavirus humano 1 (para incluir HBoV1 y HBoV3) y Bocavirus humano 2 (para incluir HBoV2 y HboV4).

Los parvovirus asociados con infecciones humanos son Parvovirus B19 incluido en el género Erythroparvovirus, el virus no patógeno asociado a Adenovirus (Dependoparvovirus) y los recientes Parvovirus descubiertos Parvovirus 4 (PARV4) y 5 (PARV5) incluidos en el nuevo género Tetraparvovirus o género Hokovirus, no relacionados aún con ningún proceso infeccioso.

Entre los Parvovirus humanos, B19V es conocido por ser el agente del eritema infeccioso (quinta enfermedad), también relacionado con otras afectaciones en niños (artritis transitoria) y adultos (Hydrops fetalis no inmunitario), varias enfermedades autoinmunes, abortos espontáneos y artropatías. A pesar de la relación filogenética entre B19V y HboV, parecen ser muy divergentes y, B19P muestra tropismo por médula ósea y persiste en tejidos cardiacos, mientras que HboV persiste en tejido linfático y en tejidos de sinusitis crónica.

Los Bocavirus se han encontrado en individuos de todas las edades, aunque principalmente en niños de 6 a 24 meses afectos de sintomatología respiratoria. Sin embargo, no se ha podido confirmar su carácter patogénico por no haberse podido reproducir los postulados de Koch ya que se carece de un modelo experimental y existen dificultades para poder obtener su replicación in vitro en cultivo celular.

El hecho de haberse encontrado en el aparato respiratorio y en heces junto con otros patógenos potenciales hizo pensar que podía ser un pasajero sin implicación en lugar de un verdadero patógeno. Además, se ha encontrado en sangre periférica, saliva, heces, orina, muestras ambientales, incluido aguas de ríos y residuales.

Patogenia

La patogenia de HBoV está poco caracterizada, principalmente por falta de líneas celulares específicas para su cultivo, y de animales de experimentación susceptibles. Las únicas células susceptibles son las células seudoestratificadas HAE-ALI, derivadas de células epiteliales bronquiales humanas primarias.

El virus penetra por vía respiratoria y por vía hemática o por ingestión directa alcanzaría el tracto gastrointestinal. HBoV1 se ha encontrado tanto en tracto respiratorio como gastrointestinal. Varios estudios han demostrado la asociación entre HBoV1 y el tracto respiratorio superior e inferior. Las manifestaciones clínicas más frecuentes incluyen tos, fiebre, rinorrea, exacerbaciones asmáticas, bronquiolitis, y neumonía.

HBoV1 también se ha encontrado en muestras de pacientes adultos con manifestaciones gastrointestinales de náuseas, vómitos y diarrea. Sin embargo, la carga viral de HBoV1 en muestra de heces de pacientes pediátricos con gastroenteritis aguda es menor que en muestras respiratorias. HBoV2 es más frecuente en muestras de heces, y posiblemente junto con HBoV3, estarían asociados con gastroenteritis.

Las infecciones únicas por HBoV son raras, mientras que las coinfecciones dobles son frecuentes asociadas con otros virus como Rhinovirus humanos, Adenovirus, Norovirus o Rotavirus. En el tracto respiratorio se ha señalado la existencia de coinfección en el 83% de muestras respiratorias, en particular asociado con virus respiratorio sincitial (89,5%).

HBoV1 puede detectarse en muestras de aspirado nasofaríngeo en sujetos inmunocompetentes hasta 6 meses después de la infección. Este hecho facilitaría su detección junto a otros virus que al mismo tiempo podrían facilitar la reactivación del virus latente durante la superinfección. El virus posee escaso tropismo en el organismo humano y se ha encontrado en tejido linfático.

Las infecciones clínicas relevantes que requieran hospitalización están asociadas con coinfecciones con hasta 6 patógenos diferentes en un mismo sujeto. Se ha señalado que cuando existe carga viral elevada (> 104 copias/mL) se asocia estadísticamente con manifestaciones clínicas más graves y hospitalización más duradera, aunque este hecho no ha sido confirmado por otros.

Diagnóstico

El principal método para detectar infecciones por Bocavirus humanos (HBoV) en muestras respiratorias o intestinales ha sido PCR convencional, seguido por la PCR nested y por la PCR en tiempo real (RT-PCR).

La PCR permite detección en aspirados nasofaríngeos, lavado broncoalveolar, heces, suero y orina, utilizando la amplificación de genes NP1, NS1 y/o genes VP1/2. Las regiones NP1 y NS1 son más conservadas que VP1/2 por lo que son las dianas preferentes. La RT-PCR tiene la ventaja sobre la PCR convencional de ser más específica y rápida con una sensibilidad del 100% y una especificidad del 94% y 93% respectivamente para las pruebas con NP1 y VP1.

También, se han desarrollado métodos serológicos para detectar anticuerpos específicos en muestras de suero como western-blot, inmunofluorescencia y ELISA para IgG e IgM, incluyendo pruebas de avidez de anticuerpos para diferenciar anticuerpos de infecciones primarias o secundarias. Sin embargo, considerando que los Bocavirus son muy prevalentes y pueden establecer infecciones persistentes, la interpretación de los resultados es igual de complicada que las pruebas de detección molecular (PCR).