Aeromonas spp. (A. hydrophila, A. caviae, A. media, A. veronii, …) – Especies patógenas humanas en agua de consumo y alimentos: Aislamiento en cultivo; Detección molecular e identificación de especie (PCR y secuenciación)

Información 10-06-2019.

El género Aeromonas incluye a bacterias ampliamente distribuidas en ambientes acuáticos dulces, incluidas las aguas superficiales (ríos, manantiales, riego, …), aguas subterráneas y de red de consumo; aguas salobres (mar, estuarios), agua potable clorada y no clorada y en algunos países incluso se ha encontrado en agua mineral embotellada.

También pueden detectarse en suelos (tierra) y en alimentos contaminados a partir del agua o de suelos. Se puede encontrar en la mayoría de las aguas dulces, incluso en las aguas de consumo tratadas, principalmente debido a su proliferación en los sistemas de distribución. Esta proliferación es favorecida por el contenido de materia orgánica, la temperatura, el tiempo de permanencia del agua en la red de distribución y la ausencia de cloro residual. La reutilización de las aguas residuales tras someterlas a distintos tratamientos en las estaciones depuradoras de aguas residuales (EDAR) para diferentes usos (riego de frutas y verduras, uso industrial, …,), puede facilitar la transmisión por contaminación, dando lugar a brotes epidémicos, ya que se ha corroborado su presencia después de tales tratamientos. La importancia de la detección de Aeromonas spp. ha aumentado en los últimos años debido a la preocupación de la salud pública por la prevalencia y distribución de este género, así como por su potencial de patogenicidad. Las bacterias de este género se consideran patógenos emergentes responsables de trastornos gastrointestinales y de otros tipos de infecciones como infecciones de heridas en ambientes acuáticos, conjuntivitis, endocarditis o incluso septicemia. Algunos estudios han demostrado que algunas especies móviles de Aeromonas, presentes en aguas, se están convirtiendo en patógenos alimentarios cada vez más importantes.

Aeromonas spp. son bacterias gramnegativas, productoras de oxidasa, con forma bacilar y anaeróbicas facultativas. El género está formado por organismos psicrófilos y mesófilos. A lo largo de los años se han llevado a cabo varias reconsideraciones sobre su taxonomía y nomenclatura. Aunque Aeromonas se posicionó inicialmente en la familia Vibrionaceae, los análisis filogenéticos posteriores señalan que el género Aeromonas no está estrechamente relacionado con los vibrios por lo que se reubicó en la nueva familia Aeromonadaceae. Las Aeromonas y las enterobacterias comparten muchas características bioquímicas, pero se diferencian fácilmente mediante la prueba de la oxidasa para la cual las Aeromonas son positivas. El género Aeromonas consta de más de 20 especies que se han agrupado en las especies psicrófilas inmóviles (A. salmonicida) y en las mesófilas móviles (con flagelo polar único) de las cuales A. hydrophila, A. caviae (syn. A. punctata), A. media, A. veronii biov. sobria, A. veronii biov. veronii, A. jandei y A. schuberlii, tienen una importancia clínica, ya que pueden causar distintos tipos de infecciones.

Las especies de Aeromonas son conocidas como agentes causales de un amplio espectro de enfermedades en el hombre y los animales. La prevalencia y la distribución de Aeromonas en ambientes acuáticos, su papel como contaminante de los suministros de agua potable y su potencial patógeno son motivo de preocupación para la salud pública. Actualmente, como patógeno entérico, las especies de Aeromonas tienen la capacidad inherente de crecer en sistemas de distribución de agua, especialmente en biopelículas, donde pueden resistir a la cloración. Además de la transmisión por agua, se está incrementado la evidencia para sugerir que A. hydrophila, A. caviae y A. sobria son agentes causantes de gastroenteritis transmitida por los alimentos en los humanos. Se han asociado con varios brotes transmitidos por alimentos y se están aislando progresivamente de pacientes con diarrea del viajero. La mayoría de las infecciones por Aeromonas se cree que son causadas por agua contaminada y hay pocas epidemias reportadas de gastroenteritis asociada con Aeromonas, donde se considere a los alimentos como el vehículo de la infección. Estos pocos incidentes están principalmente asociados con productos marinos, tales como ostras, sashimi, cócteles de mariscos y pescados crudos fermentados.

Las especies de Aeromonas se aíslan con frecuencia de muestras fecales de niños menores de cinco años, mientras que su aislamiento de otras muestras humanas generalmente ocurre en poblaciones adultas. Se sabe que las Aeromonas spp. causa enfermedades diarreicas graves, de corta duración o crónicas en niños, ancianos o personas con procesos inmunológicos. Las bacterias también causan celulitis o infecciones en las heridas por lesiones traumáticas en un ambiente acuoso. Pueden causar septicemia, fundamentalmente cuando existen enfermedades subyacentes, como leucemia, cáncer, cirrosis y diversas infecciones, como infecciones del tracto urinario, infecciones de heridas quirúrgicas, meningitis, peritonitis y endocarditis. Algunos factores predisponentes para la infección por Aeromonas incluyen enfermedades hepáticas, diabetes, neoplasias malignas hematológicas, enfermedades hepatobiliares y renales.

En los animales era considerado fundamentalmente un patógeno de peces al conocerse las lesiones provocadas en salmones y otras especies en acuicultura. Así mismo, se conocen infecciones en muchas especies animales: aves de corral con septicemias, ovinos, mamíferos marinos.

Se han encontrado en productos marinos de consumo (tilapia, salmones, mejillones, ostras, berberechos, langostinos), en peces de piscifactorías, en productos cárnicos (vacuno, cerdo, pollos, conejos, …), en vegetales de consumo (brotes de alfalfa, zanahorias, tomates, lechugas, pepinos, cebollas, apio, patatas) y en heces de animales domésticos (perros, gatos, caballos, conejos). Incluso se ha detectado en el tracto digestivo de dípteros como moscas (A. caviae) y mosquitos (Culex quinquefasiatus y Aedes aegypti).

Una característica que favorece la transmisión a través de los productos comentados es su capacidad de multiplicarse en frío y de permanecer viable largos periodos de tiempo a temperaturas de refrigeración, y en presencia de concentraciones de sal elevadas, incluso a bajo pH.

Todo ello ha conllevado que en algunos países se haya propuesto la detección de Aeromonas spp. como un indicador de contaminación de aguas (200 UFC/100 mL) y que su presencia implique la necesidad de optimizar el tratamiento del agua para eliminar la materia orgánica y establecer los niveles de cloro adecuados.

La identificación de especies de Aeromonas se ha realizado tradicionalmente mediante una combinación de diferentes pruebas bioquímicas. Sin embargo, estas técnicas no siempre son concluyentes, ya que algunas especies de Aeromonas presentan propiedades bioquímicas heterogéneas. Además, en comparación con los métodos moleculares, la tasa de correcta identificación con pruebas bioquímicas ha demostrado ser muy baja. La identificación de especies mediante técnicas moleculares se ha realizado principalmente mediante la amplificación y secuenciación del gen 16S rRNA. Sin embargo, debido a la variación de secuencia interespecies insuficiente y a la heterogeneidad entre las copias de los operones de ARN ribosomal en la misma bacteria, este gen puede no ser idóneo. Varios estudios han demostrado que las secuencias de varios genes diferentes pueden diferenciar este grupo taxonómico. Estos genes incluyen los correspondientes a la subunidad de ARN polimerasa B (rpoB), a la subunidad de ARN polimerasa D (rpoD) y a la subunidad de ADN girasa B (gyrB). En los últimos años, se han desarrollado la detección por pruebas de PCRs específicas de las especies clínicamente relevantes mediante la amplificación de estos genes.

Pruebas realizadas en IVAMI 

  • Aislamiento en cultivo mediante concentración y enriquecimiento de la muestra, seguida de PCR específica (recomendado).
  • Detección cualitativa mediante concentración por filtración y detección por PCR específica.
  • Detección molecular mediante PCR específica en aguas o alimentos.

Muestras recomendadas 

  • Aguas: muestra de agua (al menos 1 L). Para muestras cloradas se debe añadir tiosulfato sódico. Para el cultivo cuantitativo, se deben analizar las muestras en un periodo de 24 horas tras la recogida.
  • Alimentos: 100 g del alimento.

Conservación y envío de la muestra:

  • Refrigerada (preferido) durante menos de 2 días. 

Plazo de entrega de resultados:

  • 5 a 10 días laborables. 

Coste de la prueba:  

  • Aislamiento en cultivo mediante concentración y enriquecimiento de la muestra, seguida de PCR específica (recomendado): Consultar a ivami@ivami.com.
  • Detección cualitativa mediante concentración por filtración y detección por PCR específica: Consultar a ivami@ivami.com.
  • Detección molecular mediante PCR específica en aguas o alimentos: Consultar a ivami@ivami.com.