Haemophilus parasuis (Enfermedad de Glässer) - Cultivo; Diagnóstico molecular (PCR); Tipado molecular de serovariedades-serotipos (PCR y secuenciación).

 

Haemophilus parasuis es un cocobacilo gramnegativo muy pleomórfico, de 1 a 7 μm x  0,2 a 0,7 μm, inmóvil, no hemolítico, dependiente de NAD para su desarrollo, del género Haemophilus, familia Pasteurellaceae. Haemophilus parasuis tiene una distribución mundial, si bien se localiza con mayor frecuencia en países de explotaciones porcinas. Este microorganismo se considera un patógeno animal del ganado porcino, en los que causa la enfermedad de Glässer, una enfermedad con una alta tasa de mortalidad. Se han descrito 15 serovariedades o serotipos deHaemophilus parasuis, de los cuales los más virulentos son serovars 1, 4, 5, 10, 12, 13 y 14. Esta bacteria tiene importancia por ser causante de poliserositis fibrinosa, y poliartritis porcina (enfermedad de Glässer). Se considera una e las infecciones con mayor importancia económica en las explotaciones porcinas por el coste de los tratamientos antibióticos y la pérdida de animales.

La transmisión de Haemophilus parasuis se produce horizontalmente, a través del contacto directo entre animales sanos y enfermos por vía aerógena, o verticalmente, a través de las madres a los lechones durante la fase de lactación. Es probable que el aire desempeñe un papel en su difusión a distancia. El aparato respiratorio constituye la vía de entrada de Haemophilus parasuis, desde donde puede difundirse a todo el organismo. Esta bacteria coloniza las vías respiratorias superiores de los animales, aunque en condiciones adecuadas puede invadir todo el organismo. Una vez coloniza la mucosa nasal, se fija a las células epiteliales e induce la apoptosis de estas células y de ahí pasa posteriormente al pulmón. Las cepas virulentas que resisten el ataque de los macrófagos pulmonares, pasan a la sangre, y a través de ésta al cerebro y a las articulaciones, situándose también en las superficies serosas de diferentes órganos.

La infección por Haemophilus parasuis es particularmente problemática en el aparato respiratorio. Esta bacteria se aisla con frecuencia del tracto respiratorio superior de los cerdos, sin que su presencia conlleve obligatoriamente una infección aguda. En el pulmón, este microorganismo se comporta generalmente como un oportunista de otros agentes infecciosos o de situaciones de depresión inmunitaria. La enfermedad clínica afecta principalmente a animaqles jóvenes sometidos a estrés, y puede causar infección aguda cuando se introduce en una piara que no ha estado previamente expuesta. Los animales más afectados son los cerdos pequeños de 4 a 6 semanas. Cuando la infección cursa de manera sintomática, los signos clínicos incluyen fiebre elevada, apatía y anorexia. Dependiendo de la localización, puede manifestarse a través de otros signos clínicos, como respiración abdominal, disnea, tos intensa, dolor en tórax y abdomen, articulaciones hinchadas (sobre todo carpos y tarsos), cojera, temblores, incoordinación, decúbito lateral y cianosis. Las infecciones crónicas pueden provocar un bajo rendimiento, así como síntomas como delgadez extrema, tos, disnea, pérdida de peso, cojera y pelaje erisado. Además, es común la presencia de lesiones como rinitis fibrinosa y bronconeumonía, meningitis purulenta, artritis fibrinosa y pericarditis fibrinosa que puede acompañarse de hidropericardio. Cuando provoca septicemia aguda, suele ser mortal en unos 2 días.

La infección por Haemophilus parasuis se ha identificado sobre todo en animales de entre dos semanas y cuatro meses de edad, produciendo altas tasas de mortalidad y morbilidad en explotaciones que no han estado en contacto previo con este agente, afectando a los animales en cualquiera de las fases de producción.

Pruebas recomendadas para el diagnóstico:

 

El diagnóstico se considera dificultoso y de escaso rendimiento. El aislamiento en cultivo, se considera en general infectivo por el crecimiento fastidioso de esta bacteria, además de por verse afectado por el tratamiento antibiótico previo en caso de haberse administrado. Por otra parte, el sobrecrecimiento de otras bacterias contaminantes en la muestra, sobre todo si las muestras no se toman y/o transportan adecuadamente. En caso de aislarse en cultivo, es necesario realizar la identificación mediante pruebas bioquímicas para diferenciarlo de otras bacterias no hemolíticas también dependientes de NAD, como Actinobacillus indolicus, Actinobacillus porcinus y Actinobacillus minor, entre otras. Estas pruebas son laboriosas y requieren tiempo. Por estas razones se están imponiendo los métodos moleculares (PCR), que además permiten detectar las 15 serovariedades secuenciando el locus capsular, que diferencia a todas las serovariedades, excepto las serovars 5 y 12. El procedimiento molecular es más rápido, más sensible y más específico que las pruebas de hemaglutinación indirecta.

Pruebas realizadas en IVAMI:

 

  • Detección por aislamiento mediante cultivo en medios selectivos.
  • Diagnostico molecular (PCR), para detectar ADN de Haemophilus parasuis.
  • Identificación molecular de la serovariedad (excepto 5 y 12).

Muestra recomendada:

 

  • Exudado nasal (torunda nasal).

 

Conservación y envío de la muestra:

 

  • Refrigerada (preferido) durante menos de 2 días.
  • Congelada: más de 2 días.

 

Plazo de entrega:

 

  • Cultivo: 48 a 72 horas.
  • Diagnóstico molecular (PCR): 24 a 48 horas.

Coste de la prueba:  

 

           Consultar a ivami@ivami.com