Miotonía congénita, Enfermedades de Thomsen y de Becker (Myotonia congenital, Thomsen disease and Becker disease) – Gen CLCN1.

La miotonía congénita es una alteración que afecta a los músculos esqueléticos, caracterizada por rigidez muscular e incapacidad para relajarse después de la contracción muscular voluntaria. A partir de la infancia, los individuos afectados presentan miotonía que impide al músculo relajarse con normalidad. Aunque puede afectar a cualquier músculo esquelético, incluido los músculos de la cara y la lengua, afecta con mayor frecuencia a  músculos de las extremidades inferiores. Mientras que en algunos pacientes la rigidez muscular es muy leve, en otros casos puede ser lo suficientemente intensa como para interferir con la marcha, la carrera u otras actividades diarias. Estos problemas musculares son particularmente notables durante el movimiento después de un periodo de descanso. El movimiento repetido puede aliviar temporalmente la rigidez muscular.

Los dos tipos principales de miotonía congénita, enfermedad de Thomsen y enfermedad de Becker, se distinguen por la gravedad de sus síntomas y sus patrones de herencia. La enfermedad de Thomsen, es un tipo de miotonía congénita autosómica dominante. Los signos y síntomas de la enfermedad de Thomsen comienzan en la infancia y afectan a los músculos esqueléticos. Por su parte, la forma autosómica recesiva de la miotonía congénita, denominada enfermedad de Becker, suele presentarse más tardíamente que la enfermedad de Thomsen y provoca una rigidez muscular más intensa, sobre todo en los varones. Las personas con enfermedad de Becker presentan con frecuencia episodios temporales de debilidad muscular, especialmente en los brazos y las manos, provocados por el movimiento después de períodos de descanso. Además, pueden desarrollar debilidad muscular leve permanente en el tiempo. Esta debilidad muscular no se observa en personas con enfermedad de Thomsen.           

El motivo de estos procesos reside en mutaciones del gen CLCN1, situado en el brazo largo del cromosoma 7 (7q35). Este gen codifica una proteína imprescindible para el funcionamiento normal de las células musculares esqueléticas. Para los movimientos corporales normales, los músculos esqueléticos deben contraerse y relajarse de una forma coordinada. Este proceso de contracción y relajación radica en el flujo de iones hacia el interior y exterior de la célula. Concretamente, la proteína codificada por el gen CLCN1 forma un canal que controla el flujo de iones de cloruro hacia el interior de las células musculares. La principal función de estos iones que fluyen por los canales es estabilizar la carga eléctrica celular evitando que el músculo se contraiga anormalmente.

Se han identificado más de 80 mutaciones en el gen CLCN1 en las personas con miotonía congénita. La mayoría de estas mutaciones provocan la forma recesiva autosómica de la enfermedad, conocida como enfermedad de Becker. Las mutaciones en el gen CLCN1 alteran la estructura o la función habitual de los canales de cloruro, por lo que los canales alterados no pueden regular adecuadamente el flujo de iones al interior de las células musculares. Esta interrupción en el flujo de iones de cloruro desencadena las contracciones musculares prolongadas características de la miotonía.

Las dos formas de miotonía congénita tienen diferentes patrones de herencia. La herencia autosómica dominante de la enfermedad de Thomsen implica que una sola copia alterada del gen en cada célula es suficiente para expresar la enfermedad, y en la mayoría de los casos, uno de los padres manifiesta la enfermedad. Por el contrario, en la enfermedad de Becker, de herencia autosómica recesiva, ambas copias del gen en cada célula deben tener las mutaciones para que se exprese la alteración. Los padres de un individuo con una enfermedad autosómica recesiva tienen una copia del gen mutado, pero por lo general no muestran signos y síntomas de la enfermedad.

Pruebas realizadas en IVAMI: en IVAMI realizamos la detección de mutaciones asociadas  con miotonía congénita, mediante la amplificación completa por PCR de los exones del gen CLCN1, y su posterior secuenciación.

Muestras recomendadas: sangre extraída con EDTA para separación de leucocitos sanguíneos, o tarjeta impregnada con muestra de sangre desecada (IVAMI puede enviar por correo la tarjeta para depositar la muestra de sangre).