Carpenter, Síndrome de …, (Carpenter syndrome) – Genes RAB23 o MEGF8.

El síndrome de Carpenter es una alteración caracterizada por craneosinostosis, anomalías de los dedos de manos y pies, y otros problemas de desarrollo. La craneosinostosis evita que el cráneo crezca con normalidad, provocando con frecuencia a acrocefalia. En las personas con afectación intensa, la fusión anormal de los huesos del cráneo produce una deformidad denominada cráneo en trébol. La craneosinostosis puede provocar una asimetría craneofacial y presión intracraneal. Además, puede afectar al desarrollo de los rasgos faciales dando lugar a un puente nasal plano, fisuras palpebrales inclinadas, orejas de implantación baja y de forma anormal, mandíbulas superior e inferior subdesarrolladas y forma anómala de los ojos. Algunos individuos afectados también tienen anomalías dentales incluyendo dientes primarios pequeños. Con frecuencia se producen problemas de visión. Las anomalías de los dedos de manos y pies incluyen sindactilia cutánea, braquidactilia y polidactilia.

Otros signos y síntomas de la enfermedad pueden incluir discapacidad intelectual,  obesidad, hernia umbilical, pérdida auditiva, defectos cardíacos, deformidad de las caderas, cifoescoliosis, genu valgus, anomalías genitales en los varones como criptorquidia y situs inversus de ciertos órganos como dextrocardia. Los signos y síntomas de esta enfermedad varían considerablemente, incluso dentro de la misma familia. La esperanza de vida para las personas con síndrome de Carpenter se reduce en comparación con el resto de la población.

Los signos y síntomas del síndrome de Carpenter, son similares a otra alteración genética denominada síndrome cefalopolisindactilia de Greig. Algunas características se solapan, incluyendo la craneosinostosis, la polidactilia y las anomalías cardíacas, lo que puede conducir a cierta confusión en su diagnóstico. Debido a ello, se requieren con frecuencia pruebas genéticas para un diagnóstico preciso.

El síndrome de Carpenter es debido a mutaciones en los genes RAB23 y MEGF8.

El gen RAB23, situado en el brazo corto del cromosoma 6 (6p11), codifica una proteína que participa en el proceso del movimientos de vesículas. Este movimiento es importante para el transporte de moléculas necesarias para conseguir la señalización durante el desarrollo. A través del transporte de ciertas proteínas, la proteína Rab23 regula la vía de señalización de hedgehog que es crítica en la proliferación y la especialización celular, así como para el patrón de desarrollo de muchas partes del organismo durante el desarrollo embrionario. Se han relacionado más de 12 mutaciones del gen RAB23 con el síndrome de Carpenter. Una mutación que se observa con frecuencia en las personas afectadas que son de ascendencia del norte de Europa sustituye el aminoácido leucina por una señal de parada precoz en la posición 145 de la proteína (Leu145Term o L145X). Esta mutación da lugar a una proteína anormalmente corta e inestable que se descompone rápidamente. Otras mutaciones genéticas reducen o eliminan la función de la proteína Rab23. Aunque no está claro cómo estas mutaciones generan las características del síndrome de Carpenter, es probable que la alteración en el transporte de las proteínas implicadas en la vía de señalización hedgehog contribuya al desarrollo de esta enfermedad.

El gen MEGF8, situado en el brazo largo del cromosoma 19 (19q12), codifica una proteína cuya función no está clara. Sobre la base de su estructura, la proteína Megf8 puede estar implicada en procesos celulares como la adhesión celular y ayuda para que las proteínas  interactuen entre sí. Además, es probable  que la proteína Megf8 desempeñe un papel en la conformación normal de muchas partes del organismo durante el desarrollo embrionario. Se han identificado al menos 6 mutaciones en el gen MEGF8 responsables del síndrome de Carpenter. Estas mutaciones reducen o eliminan la función de la proteína Megf8. Aunque no está claro cómo las mutaciones en el gen MEGF8 conducen al síndrome de Carpenter, es probable que interfieran con el patrón de desarrollo de muchas partes del organismo, lo que contribuye a las características de este enfermedad.

 

Esta enfermedad se hereda con un patrón autosómico recesivo, es decir, ambas copias del gen en cada célula deben tener las mutaciones para que se exprese la alteración. Los padres de un individuo con una enfermedad autosómica recesiva tienen una copia del gen mutado, pero por lo general no muestran signos y síntomas de la enfermedad.

 

Pruebas realizadas en IVAMI: en IVAMI realizamos la detección de mutaciones asociadas  con síndrome de Carpenter, mediante la amplificación completa por PCR de los exones de los genes RAB23 y MEGF8, respectivamente, y su posterior secuenciación.

Muestras recomendadas: sangre extraída con EDTA para separación de leucocitos sanguíneos, o tarjeta impregnada con muestra de sangre desecada (IVAMI puede enviar por correo la tarjeta para depositar la muestra de sangre).

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