Mioclonus y fracaso renal, Síndrome de …, (Action myoclonus-renal failure syndrome) - Gen SCARB2 

El síndrome de mioclonus y fracaso renal (AMRF) es un proceso que, como su nombre indica, se caracteriza por episodios de mioclonía y, con frecuencia, enfermedad renal. Aunque la denominación de esta enfermedad hace referencia a la enfermedad renal, no todas las personas afectadas tienen problemas con la función renal.

Los problemas de movimiento asociados con el síndrome AMRF generalmente comienzan con temblores en los dedos y las manos que se producen en reposo y son más notables cuando la persona trata de realizar movimientos pequeños, como la escritura. Con el tiempo, los temblores pueden afectar a otras partes del organismo, tales como la cabeza, el torso, las piernas y la lengua. Estos temblores progresan a sacudidas mioclónicas, que pueden ser desencadenadas por movimientos voluntarios o la intención de moverse. Estas sacudidas mioclónicas ocurren generalmente en el torso, los miembros superiores e inferiores y, la cara, particularmente en los músculos alrededor de la boca y los párpados. Ciertos factores como la ansiedad, la excitación, el estrés o el cansancio extremo pueden empeorar el mioclonus. Algunos individuos afectados desarrollan convulsiones, neuropatía periférica y pérdida de la audición debida a anomalías en el oído interno. Las convulsiones o el mioclonus intenso puede ser potencialmente fatal. Algunos individuos con síndrome de mioclonus y fracaso renal (AMRF), también padecen problemas renales. Cuando se producen problemas en los riñones, una de las primeras manifestaciones  es la proteinuria. La función renal empeora con el tiempo, hasta que los riñones ya no son capaces de filtrar líquidos y productos de desecho del organismo con eficacia, lo que da lugar a enfermedad renal terminal.

Los síntomas del síndrome AMRF comienzan habitualmente entre los 15 y los 25 años, pero pueden aparecer en edades más jóvenes o tardías. La edad de aparición y la evolución de la enfermedad puede variar, incluso entre miembros de una misma familia. Cualquiera de los problemas de movimiento o la enfermedad renal pueden ocurrir primero, o puedan comenzar al mismo tiempo. La mayoría de las personas sobreviven 7 a 15 años después de que aparezcan los síntomas.

El síndrome AMRF es debido a mutaciones en el gen SCARB2 (scavenger receptor class B member 2), situado en el brazo largo del cromosoma 4 (4q21.1). Este gen codifica la proteína LIMP-2, que transporta una enzima denominada beta-glucocerebrosidasa a los lisosomas. En los lisosomas, beta-glucocerebrosidasa degrada una sustancia grasa conocida como glucocerebrosidasa. La proteína LIMP-2 permanece en el lisosoma después de haber transportado beta-glucocerebrosidasa y es importante para la estabilidad de estas estructuras. La proteína LIMP-2 tiene funciones adicionales en el exterior del lisosoma. En el corazón, la proteína se encuentra en los discos intercalados, que conectan células individuales del músculo cardíaco para formar fibras fuertes. La proteína LIMP-2 parece jugar un papel cuando el músculo cardíaco está anormalmente agrandado y tiene que trabajar más de lo normal, aunque su función exacta no está clara. La proteína LIMP-2 se encuentra a veces en la membrana externa que rodea la célula. Ciertos virus pueden unirse a LIMP-2, lo que les permite entrar e infectar la célula. En particular, el enterovirus 71 y ciertas cepas de virus Coxsackie (A7, A14 y A16), utilizan la proteína LIMP2, provocando una infección viral conocida como glosopeda o síndrome de manos, pies y boca.

Al menos 20 mutaciones en el gen SCARB2 se han asociado con el síndrome de mioclonus y fracaso renal (AMRF). Estos cambios genéticos dan lugar a la síntesis de una proteína LIMP-2 alterada que se encuentra retenida en el retículo endoplasmático y no puede llegar al lisosoma. Como consecuencia, se deteriora el movimiento de beta-glucocerebrosidasa a los lisosomas. Se cree que la deficiencia de beta-glucocerebrosidasa en estas estructuras contribuye a los signos y síntomas del síndrome de AMRF, aunque el mecanismo no está claro. Se está trabajando para entender por qué algunas personas con mutaciones del gen SCARB2 tienen problemas renales y otras no.

Esta enfermedad se hereda con un patrón autosómico recesivo, lo que significa que ambas copias del gen en cada célula deben tener mutaciones para que se exprese la alteración. Los padres de un individuo con una enfermedad autosómica recesiva tienen una copia del gen mutado, pero por lo general no muestran signos y síntomas de la enfermedad.

Pruebas realizadas en IVAMI: en IVAMI realizamos la detección de mutaciones asociadas  con el síndrome de mioclonus y fracaso renal (AMRF), mediante la amplificación completa por PCR de los exones del gen SCARB2, y su posterior secuenciación.

 

Muestras recomendadas: sangre extraída con EDTA para separación de leucocitos sanguíneos, o tarjeta impregnada con muestra de sangre desecada (IVAMI puede enviar por correo la tarjeta para depositar la muestra de sangre).