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Acanthamoeba spp. - Queratitis amebiana (AK: Amebic Keratitis) y Encefalitis amebiana granulomatosa (GAE: Granulomatous Amebic Encephalitis): Examen microscópico; Aislamiento en cultivo; Diagnóstico molecular (PCR); Identificación de especie (secuenciación).

Información 12-09-2016.

Acanthamoeba spp. es un protozoo de vida libre muy ubicuitario en la naturaleza que se puede encontrar en habitats tan diversos como aguas dulces naturales, aguas de grifos, aguas de piscinas, tierra (suelos), sedimentos de océanos, unidades de aire acondicionado, líquidos de mantenimiento de lentes de contacto, aguas de unidades de diálisis,…, por lo que se consideran los protozoos ambientales más prevalentes. Posee dos fases vitales: trofozoítos con división binaria activa que desarrollan seudópodos hialinos espinosos, y quiste de resistencia que desarrollan cuando cambian las condiciones de temperatura, pH y de sequedad. Se han descrito 15 genotipos distintos (T1 a T15), hecho importante al considerar la sensibilidad de las pruebas moleculares de diagnóstico. El genotipo más prevalente en las infecciones humanas es T4.

Varias especies de Acanthamoeba spp. se han encontrado causando casos graves de infección cerebral, denominados encefalitis amebiana granulomatosa (GAE: Granulomatous Amebic Encephalitis), un proceso que ocurre en individuos inmunocomprometidos, con procesos subyacentes de diagnóstico difícil, que conlleva una evolución crónica, que suele ser fatal y que suele diagnosticarse post-mortem en la necropsia del paciente fallecido, pero que actualmente se han descrito casos en los que se ha podido efectuar el diagnóstico con métodos moleculares aplicados a muestras de líquido cefalorraquídeo antes del fallecimiento, con lo cual puede iniciarse el tratamiento. Además, es responsable de casos de queratitis amebiana (AK: Amebic keratitis) que puede provocar ceguera, afecta a individuos sanos jóvenes, particularmente a los usuarios de lentes de contacto.

La incidencia de la queratitis amebiana se ha incrementado en los últimos 30 años, calculándose una incidencia de 2 a 20 casos por millón de usuarios de lentes de contacto, que en EE.UU. se calcula que corresponden al 10% de la población. Se han descrito brotes ligados al uso de lotes de soluciones líquidas para mantenimiento de lentes de contacto que estaban contaminados con Acanthamoeba spp. Existen casos aislados de individuos que han sufrido un traumatismo corneal, que lavan las lentes de contacto con agua del grifo u otras preparaciones caseras, o que nadan o se duchan con las lentes de contacto puestas. La queratitis amebiana es una infección aguda y dolorosa, con síntomas iniciales inespecíficos como un dolor ocular desproporcionado, fotofobia, enrojecimiento ocular, lagrimeo, en general de afectación ocular unilateral, pero existen casos escritos de afectación bilateral. Los pacientes padecen una erosión del epitelio corneal con irregularidades y edema, acompañado de un infiltrado perineural radial, similar al observado en las infecciones por Pseudomonas aeruginosa. En las fases posteriores aparece una denudación epitelial y necrosis del estroma Además son frecuentes las infecciones bacterianas secundarias, lo cual complica el diagnóstico. Clínicamente se puede confundir con una infección por virus Herpes simple o por hongos (queratitis fúngica).

Estos procesos parece que ocurren en varias etapas: adhesión de las amebas a las células del hospedador, degradación celular e invasión tisular. En  los casos de encefalitis amebiana crónica (GAE) las amebas accederían al sistema nervioso por diseminación hematógena a partir de un lugar primario en el pulmón o en la piel. En las queratitis amebianas, las amebas ambientales se fijarían al tejido ocular dañado de la superficie corneal e invadirían el estroma corneal. Las amebas segregarían proteinasas como las proteasas tipo serina y tendrían ligandos de fijación como las proteínas de adhesión (“Laminin binding protein” y “Mannose binding proteín). Se ha demostrado in vitro que la exposición de las amebas a manosa induce en los trofozoitos la liberación de factores citopáticos y lisis de las células epiteliales corneales. Esta actividad citopática puede inhibirse con moléculas inhibidoras de serin-proteasas, y también inhibiendo la fijación con manosa exógena.

Métodos de diagnóstico posibles:

Pruebas realizadas en IVAMI:

Muestras recomendadas:

Conservación y envío de la muestra: