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VIH-2 - Carga viral de virus de inmunodeficiencia humana tipo 2 (VIH-2) (HIV-2 viral load)

 

El virus de la inmunodeficiencia humana tipo 2 (VIH-2 // HIV-2) procede de un SIV (simian immunodeficiency virus) del mangabey, que se transamitió a los humanos en África Occidental (West Africa) en la década de 1940. Desde su foco endémico en África Occidental se ha extendido a otros lugares, calculándose que existen entre 1 y 2 millones de infectados a nivel mundial, principalmente en África Occidental, India y Europa. Actualmente, se admite la existencia de 9 grupos distintos de VIH-2 (grupos A a I), siendo el grupo A, seguido del grupo B, los que infectan habitualmente. La prevalencia de la infección es de 8 a 10% en algunas regiones de África Occidental, habiéndose estabilizado o descendido su incidencia.

El tiempo medio de supervivencia de los infectados por VIH-2 no tratados no se conoce exactamente, pero por algunos estudios hospitalarios se considera superior al de los infectados por VIH-1.

Varios estudios han demostrado que las infecciones por VIH-2 poseen cargas virales plasmáticas bajas, a veces indetectable, y se acompañan de un descenso más lento de los linfocitos T CD4+. Ello hace que los infectados puedan tener una cifra normal de linfocitos T CD4+, así como una menor incidencia de evolución a SIDA (AIDS) tras la infección, comparado con lo observado con VIH-1. Por otra parte, VIH-2 posee menor capacidad de transmisión sexual y de transmisión vertical, comparado con VIH-1.

Se ha demostrado que existen entre un 25 a 35% de infectados que controlan muy bien la infección (controladores de élite / elite controllers). Las diferencias anteriores respecto a VIH-1 han sido motivo de interés para tratar de explicar por qué VIH-2 tiene una evolución diferente, ya que su conocimiento podría servir para tratar de modificar la evolución de la infección por VIH-1.

En relación con esta aparente menor patogenicidad se han investigado varios elementos. Así se ha considerado el posible papel que pudiese tener la existencia de anticuerpos neutralizantes efectivos. In vitro, la citopatogenicidad para células T CD4+ es similar para ambos tipos de VIH , VIH-1 y VIH-2, por lo que la evolución diferente no dependería de una patogenicidad diferente entre ambos. Aunque las cargas virales elevadas indican probabilidad de progresión y se correlacionan con mortalidad, igual que con VIH-1, la patogenia avanzada de VIH-2 ocurre con cargas virales relativamente bajas, aproximadamente 1 log10 menor que con VIH-1. Ello parece debido a una respuesta inmunitaria más adecuada que incluye mejor protección y menos inmunopatología. En este sentido, en la infección por VIH-2 las células T CD4+ mantienen mejor capacidad para proliferar, permanecen menos diferenciadas y desarrollan mayor respuesta polifuncional que en la infección por VIH-1. La respuesta de células T CD8+ parece menos dirigida siendo polifuncional, y relativamente indiferenciada. La coinfección por VIH-2 y VIH-1, parece proteger a los infectados frente a VIH-1.

El mejor marcador de este estado de bajo riesgo en cuanto a la evolución de la infección, es una carga viral baja o indetectable, que permanezca estable durante muchos años. 

Carga viral de VIH-2

La carga viral (viral load), y los linfocitos T CD4+ son los marcadores utilizados habitualmente para el seguimiento de los pacientes infectados por el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH), por cuanto pueden considerarse predictores del estado del paciente y se utilizan para conocer la respuesta a la terapéutica antirretroviral. Para ello, se requiere la cuantificación precisa de la carga viral de VIH-2, considerándose crítica para el manejo clínico y para controlar la efectividad de la terapia antirretroviral en estos pacientes.    

En los casos seguidos de infectados por VIH-2 en Europa, alrededor del 61% de ellos posee carga viral detectable al inicio del tratamiento. En otros estudios, como los realizados en el Reino Unido, encuentran que un 8% de los infectados con linfocitos T CD4+ > 500 células/mm3 poseen ARN de VIH-2 detectable y un 38% con linfocitos T CD4+ < 300 células/mm3 poseen carga viral detectable.

           

Para el seguimiento de la eficacia de la terapéutica antirretroviral es muy importante la carga viral de VIH-2, ya que existen diferencias con VIH-1, por cuanto este tipo posee resistencia natural a los inhibidores de transcriptasa inversa no nucleósidos (NNRI: Non-Nucleoside Reverse Transcriptase Inhibitors) y a algunos inhibidores de proteasas.

 

La determinación de la carga viral de VIH-2 ha tropezado con la ausencia de una prueba comercializada que facilitase su realización por los laboratorios de diagnóstico. La mayoría de los procedimientos utilizados han sido desarrollados por algunos laboratorios (in house), con fines de investigación, utilizando como diana de amplificación la región genómica LTR del virus para obviar la diversidad de VIH-2. En las infecciones por VIH-2, la replicación viral es inferior a la de VIH-1, por lo que las pruebas para VIH-2 deben ser muy sensibles.

           

Pruebas realizadas en IVAMI:

 

Carga viral de VIH-2 con un método de PCR en tiempo real desarrollado en IVAMI utilizando el patrón internacional 08/150 – HIV-2 RNA (1st International Standard). La linealidad de la cuantificación se encuentra entre 1 x 102 a 30 x 106 copias/mL.

 

Muestra recomendada:

 

            Plasma separado de sangre periférica extraída con EDTA.

 

Conservación y envío de la muestra:

 

Refrigerada (preferido) durante menos de 2 días.

Congelada: más de 2 días.

 

Coste de la prueba:  

 

Consultar a ivami@ivami.com