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Mycoplasma haemominutum (Anemia infecciosa felina): Diagnóstico molecular (PCR)

Mycoplasma haemominutum es una bacteria del género Mycoplasma, de la familia Mycoplasmataceae, con una distribución mundial, aunque con una mayor incidencia en zonas cálidas. Mycoplasma haemominutum es un patógeno oportunista que afecta a los gatos, en los que causa la Anemia Infecciosa Felina (FIA).

Los micoplasmas son microorganismos exigentes cuyo tamaño varía entre 0,3 a 0,8μm de diámetro y necesitan un medio de crecimiento rico que contenga suero. Debido a la carencia de la pared celular esta especie de bacterias son polimórficas, inmóviles, aerobias o anaerobias facultativas. El ciclo biológico de este microorganismo implica un hospedador intermediario, generalmente vectores artrópodos como pulgas, mosquitos y garrapatas, que transmitirían la infección durante su alimentación, y un hospedador definitivo donde madura. Además de la transmisión a través de artrópodos vectores, la enfermedad puede transmitirse a través de mordeduras o arañazos, por vía transplacentaria y por transfusiones sanguíneas de gatos portadores. Una vez en el torrente sanguíneo del hospedador definitivo, Mycoplasma haemominutum se adhiere a las membranas celulares de los eritrocitos, donde ocasionalmente invade la célula y la daña, lo que da lugar a la hemólisis o la destrucción de estas células. El propio sistema inmunológico del gato puede ser en parte responsable de la destrucción de los eritrocitos infectados, ya que trata de eliminar el organismo unido a ellos.

La infección por Mycoplasma haemominutum en animales sanos tiene una baja virulencia, por lo que la mayoría de los gatos infectados se muestran asintomáticos. Cuando la infección causa enfermedad cursa con anemia leve. Muchos animales infectados no necesariamente desarrollan anemia, pero son más propensos si el sistema inmunológico del gato se ve comprometido como por ejemplo, por infección del virus de la leucemia felina (FeLV) o el virus de la inmunodeficiencia felina (FIV). La anemia es el resultado de una eritrofagocitosis extravascular por los macrófagos en el bazo, el hígado, los pulmones y la médula ósea. Los gatos que se recuperan de las infecciones agudas pueden ser portadores del organismo durante largos periodos de tiempo o incluso de por vida.