Instituto Valenciano de Microbiología
(IVAMI)

Masía El Romeral
Ctra. de Bétera a San Antonio Km. 0,3
46117 Bétera (Valencia)
Tel. 96 169 17 02
Fax 96 169 16 37
Email: 
www.ivami.com
CIF B-96337217

Imprimir

Intolerancia a la fructosa (Fructosemia) (Hereditary fructose intolerance) – Gen ALDOB. 

La intolerancia a la fructosa o fructosemia, es una enfermedad metabólica de herencia autosómica recesiva, que se caracteriza por intolerancia a la fructosa como consecuencia de la deficiencia de la aldolasa B, enzima principal del metabolismo de la fructosa, localizada principalmente en el hígado, y también en riñones e intestino delgado. Las consecuencias clínicas de la intolerancia a la fructosa se ponen de manifiesto cuando la sacarosa, o la fructosa, se añaden a la dieta, dando lugar a náuseas, hinchazón y dolor abdominal, vómitos, diarrea, insuficiencia hepática e hipoglucemia. La ingestión repetida de alimentos que contengan fructosa puede conducir a daños en el hígado y el riñón. El daño hepático puede provocar ictericia, hepatomegalia y cirrosis. La exposición continuada a la fructosa puede provocar letargo, convulsiones, coma y finalmente la muerte por insuficiencia hepática y renal.

La intolerancia a la fructosa no debe confundirse con una enfermedad denominada malabsorción de fructosa. En las personas con esta alteración, las células del intestino no pueden absorber la fructosa con normalidad, dando lugar a hinchazón, diarrea o estreñimiento, flatulencia y dolor de estómago. La malabsorción de fructosa afecta aproximadamente al 40%  de las personas en el hemisferio occidental. Su causa es  desconocida. 

Este proceso es debido a mutaciones en el gen ALDOB, situado en el brazo largo del cromosoma 9 (9q22.3). Este gen, codifica la enzima aldolasa B. Esta enzima se encuentra principalmente en el hígado y está implicada en la metabolización de la fructosa para obtener energía. La aldolasa B es responsable de la segunda etapa en el metabolismo de la fructosa, que descompone la molécula de fructosa-1-fosfato en gliceraldehído y dihidroxiacetona fosfato. En menor grado, la enzima también está involucrada en la metabolización de la glucosa.

Se han identificado más de 50 anomalías genéticas en el gen ALDOB causantes de intolerancia a la fructosa (fructosemia). La mayoría de ellas consisten en sustituciones nucleotídicas que implican cambios de aminoácidos que afectan a la estabilidad de la enzima o a su actividad catalítica, lo que impide la correcta metabolización de la fructosa, sacarosa y sorbitol. Una mutación, que se encuentra en aproximadamente la mitad de las personas afectadas, reemplaza el aminoácido alanina por el aminoácido prolina en la posición 149 de la enzima (Ala149Pro o A149P). Esta mutación altera la forma 3-dimensional de la enzima. La alteración de la forma de la enzima hace que sea difícil para las molécula de enzima aldolasa B que se unan entre sí y formen tetrámeros. Si las moléculas no forman un tetrámero, la aldolasa B no puede metabolizar la fructosa. Otras mutaciones consisten en deleciones en el gen ALDOB. Una deficiencia de aldolasa B funcional provoca una acumulación de fructosa-1-fosfato en las células hepáticas. Esta acumulación es tóxica, por lo que con el tiempo mueren las células hepáticas. Además, los productos de degradación de la fructosa-1-fosfato son necesarios en el organismo para producir energía y mantener las concentraciones de glucosa en sangre. La combinación de una disminución de la energía celular disponible, una baja concentración de glucosa en la sangre y la muerte de las células del hígado provoca las características de la intolerancia a la fructosa. Estos individuos, manifiestan, por tanto, toxicidad a la fructosa pudiendo provocar daños graves, que pueden llegar a ser letales. Por otro lado, si la patología se diagnostica precozmente y recibe el tratamiento adecuado constituye una enfermedad relativamente benigna.

Esta enfermedad se hereda con un patrón autosómico recesivo, es decir, ambas copias del gen en cada célula debe tener las mutaciones para que se exprese la alteración. Los padres de un individuo con una enfermedad autosómica recesiva tienen una copia del gen mutado, pero por lo general no muestran signos y síntomas de la enfermedad.

Pruebas realizadas en IVAMI: en IVAMI realizamos la detección de mutaciones asociadas  con intolerancia a la fructosa (fructosemia), mediante la amplificación completa por PCR de los exones del gen ALDOB, y su posterior secuenciación. Las mutaciones más frecuentes se encuentran en los exones 5 (A149P y A174D) y 8 (N334A), por lo que ofrecemos la posibilidad de iniciar la prueba con estos dos exones y, en caso de encontrarlas, no tener que continuar con el estudio de los otros seis exones, con la consiguiente reducción de tiempo de realización y coste.

Muestras recomendadas: sangre extraída con EDTA para separación de leucocitos sanguíneos, o tarjeta impregnada con muestra de sangre desecada (IVAMI puede enviar por correo la tarjeta para depositar la muestra de sangre).