Wilms, Tumor de…; Nefroblastoma (Wilms tumor) - Genes WT1CTNNB1, AMER1, IGF2 o H19 

El tumor de Wilms o nefroblastoma, es un cáncer de riñón, preferentemente infantil, derivado de las células pluripotenciales embrionarias. Se estima que lo padece uno de cada 10.000 niños, siendo el cáncer abdominal más habitual en la infancia. En general, lo desarrollan niños de 5 años de edad, aunque en los casos con predisposición genética pueden desarrollarse a edades todavía más tempranas y en casos extremadamente raros puede ocurrir en adultos, presumiblemente dada la persistencia de tejidos embrionarios. A los tumores de Wilms se les atribuye la tendencia de ser tumores vascularizados y encapsulados y de localizarse en el polo superior del riñón. Histológicamente se describe como tumor maligno “trifásico” dada la presencia habitual de componentes epiteliales, estromales y mesenquimales indiferenciados (“blásticas”). La tasa de supervivencia es aproximadamente del 80%.

Los signos y síntomas relacionados con este proceso pueden incluir dolor abdominal, fiebre, anemia, hematuria, hipertensión, pérdida de apetito, pérdida de peso, náuseas, vómitos y cansancio. Con el tratamiento adecuado, los niños con tumor de Wilms tienen una tasa de supervivencia del 90 por ciento. Los tumores generalmente recurren en los primeros 2 años después del tratamiento y se desarrollan en los riñones u otros tejidos, como los pulmones. Las personas que han tenido tumor de Wilms pueden padecer problemas de salud relacionados o efectos tardíos de su tratamiento en la edad adulta, como disminución de la función renal, enfermedad cardíaca y desarrollo de cánceres adicionales.

Este proceso es debido a cambios en cualquiera de varios genes. Los genes en los que se han descrito mutaciones con mayor frecuencia, incluyen el gen WT1 (Wilms tumor 1), situado en el brazo corto del cromosoma 11 (11p13); el gen CTNNB1 (catenin beta 1), situado en el brazo corto del cromosoma 3 (3p22.1); y el gen AMER1 (APC membrane recruitment protein 1), situado en el brazo largo del cromosoma X (Xq11.2). Estos genes codifican proteínas que regulan la actividad de los genes y promueven el crecimiento y la proliferación celular. Las mutaciones en estos genes, dan lugar a la proliferación de células sin control, lo que permite el desarrollo de tumores.

Además de los cambios en los genes WT1CTNNB1, AMER1, se han identificado mutaciones en otros genes que dan lugar al desarrollo de la afección. Estos genes adicionales son los genes IGF2 (insulin like growth factor 2), situado en el brazo corto del cromosoma 11 (11p15.5); y el gen H19 (H19, imprinted maternally expressed transcript), situado en el brazo corto del cromosoma 11 (11p15.5). En algunos casos de tumor de Wilms, las anomalías en el proceso de impresión genómica en el cromosoma 11 dan lugar a una pérdida de la actividad del gen H19 y a una mayor actividad del gen IGF2 en las células renales. La pérdida de la actividad del gen H19, que normalmente frena el crecimiento celular, y el aumento de la actividad del gen IGF2, que promueve el crecimiento celular, dan lugar a un crecimiento celular descontrolado y al desarrollo de tumores en personas con tumor de Wilms.

En ocasiones, el tumor de Wilms se puede desarrollar asociado a determinados síndromes que generan alteraciones en el desarrollo. Así pues, los pacientes con el síndrome WAGR (1% de los casos de tumor de Wilms) son portadores de deleciones constitutivas en la región donde se localiza el gen WT1 (11p13) y los pacientes con el síndrome de Denys-Drash (0,5% de los casos de tumor de Wilms) son portadores de mutaciones germinales sin sentido que afectan a la funcionalidad del dominio de unión a DNA o que provocan la inactivación completa de la proteína.

Muchos niños con tumor de Wilms no tienen mutaciones identificadas en ninguno de los genes descritos anteriormente. En estos casos, se desconoce la causa del desarrollo de la enfermedad.

En muchos casos, la base genética para el tumor de Wilms y el mecanismo de herencia no están claros. Aproximadamente el 90 por ciento de estos cánceres se deben a mutaciones somáticas, lo que significa que las mutaciones se adquieren durante la vida de una persona y están presentes solo en las células tumorales. El 10 por ciento restante de los casos, es debido a mutaciones germinales que están presentes en las células de todo el organismo. Estos casos siguen una herencia autosómica dominante, lo que significa que una copia del gen alterado en cada célula puede dar lugar al desarrollo de un síndrome relacionado con el tumor de Wilms o aumentar las probabilidades de desarrollar este proceso. La mayoría de estos casos son debidos a nuevas mutaciones en el gen que ocurren durante la formación de células reproductivas o a comienzos del desarrollo embrionario. Por otro lado, cuando el proceso es debido a mutaciones en el gen AMER1 la afección sigue un patrón dominante ligado a X. La herencia dominante ligada a X conlleva que en las mujeres, una mutación en una de las dos copias del gen en cada célula es suficiente para aumentar la posibilidad de que una persona desarrolle cáncer; sin embargo en los varones, una mutación en la única copia del gen en cada célula aumenta el riesgo de cáncer.

Pruebas realizadas en IVAMI: en IVAMI realizamos la detección de mutaciones asociadas con tumor de Wilms, mediante la amplificación completa por PCR de los exones de los genes WT1CTNNB1, AMER1, IGF2 o H19, respectivamente, y su posterior secuenciación.

Muestras recomendadas: sangre extraída con EDTA para separación de leucocitos sanguíneos, o tarjeta impregnada con muestra de sangre desecada (IVAMI puede enviar por correo la tarjeta para depositar la muestra de sangre) para detectar mutaciones germinales. Para detección de mutaciones somáticas, tejido procedente de biopsia.