Proteína S, Deficiencia de ...(Protein S deficiency) – Gen PROS1. 

La deficiencia de proteína S es una alteración de la coagulación sanguínea. Las personas con esta enfermedad tienen un mayor riesgo de desarrollar coágulos sanguíneos anormales, por lo que tienen  riesgo de formar trombos que se produce en las venas profundas de los brazos o las piernas. Si un trombo profundo se desplaza a través del torrente sanguíneo y se aloja en los pulmones, puede causar una embolia pulmonar (PE). Otros factores que pueden aumentar el riesgo de coágulos sanguíneos anormales en personas con deficiencia leve de proteína S incluyen la edad, la cirugía, la inmovilidad o el embarazo. La combinación de la deficiencia de proteína S y otras alteraciones hereditarias de la coagulación sanguínea también puede influir en el riesgo. Sin embargo, muchas personas con deficiencia leve de proteína S nunca desarrollan un coágulo anormal. En los casos graves de deficiencia de proteína S, los niños desarrollan una alteración de la coagulación sanguínea poco después del nacimiento, potencialmente mortal, llamada púrpura fulminante. Esta alteración se caracteriza por la formación de coágulos dentro de los vasos sanguíneos pequeños en todo el organismo. Estos coágulos interrumpen el flujo normal de la sangre y pueden causar necrosis. Una coagulación sanguínea generalizada consume todas las proteínas sanguíneas disponibles. Como resultado, se produce una hemorragia anormal en diversas partes del cuerpo. Las personas que sobreviven el período neonatal pueden experimentar episodios recurrentes de púrpura fulminante.

Este proceso es debido a mutaciones en el gen PROS1, situado en el brazo largo del cromosoma 3 (3q11.2). Este gen, codifica la proteína S, que se encuentra en el torrente sanguíneo y es importante para controlar la coagulación sanguínea. Por sí misma, la proteína S no puede llevar a cabo las reacciones químicas necesarias para la regulación de la formación de los coágulos sanguíneos. En lugar de ello, la proteína S se une a ciertas enzimas y mejora su función. Sobre la base de esta acción, la proteína S es un cofactor para la enzima proteína C activada (APC). Esta enzima inactiva algunas de las proteínas de la coagulación sanguínea (factor Va y factor VIIIa). La proteína S también ayuda a una enzima, conocida como inhibidor de la vía del factor tisular (TFPI), a bloquear la actividad de otra proteína de la coagulación, el factor Xa.

Se han identificado más de 220 mutaciones en el gen PROS1 causantes de deficiencia de proteína S. La mayoría de estas mutaciones cambian aminoácidos en la proteína S, lo que impide que actúen como un cofactor. La deficiencia de proteína S puede ser dividida en los tipos I, II y III sobre la base de cómo las mutaciones en el gen PROS1 afectan a la proteína S. El tipo I está causado por mutaciones genéticas que conllevan concentraciones reducidas de proteína S, lo que provoca el aumento del riesgo de formación de coágulos sanguíneos anormales. Las mutaciones que causan el tipo II dan lugar a la producción de una proteína S alterada con actividad reducida. Los individuos con el tipo II de la enfermedad tienen concentraciones normales de proteína S, pero la proteína no es capaz de interactuar con otras moléculas implicadas en la coagulación sanguínea. El tipo III se produce cuando hay una baja cantidad de proteína S libre, pero la cantidad total de proteína S es normal. Puesto que la proteína S libre es un cofactor más eficaz que la proteína S unida, las concentraciones reducidas de la proteína S libre pueden interrumpir la inactivación de proteínas de la coagulación sanguínea.

La deficiencia de proteína S se hereda con un patrón autosómico dominante, lo que significa que una copia alterada del gen en cada célula es suficiente para causar la alteración. Las personas que heredan dos copias alteradas de este gen en cada célula tienen deficiencia grave de la proteína S. 

Pruebas realizadas en IVAMI: en IVAMI realizamos la detección de mutaciones asociadas  con deficiencia de proteína S, mediante la amplificación completa por PCR de los exones del gen PROS1, y su posterior secuenciación.

Muestras recomendadas: sangre extraída con EDTA para separación de leucocitos sanguíneos, o tarjeta impregnada con muestra de sangre desecada (IVAMI puede enviar por correo la tarjeta para depositar la muestra de sangre).