Microsporidia spp. - Molecular diagnosis (PCR)

[Microsporidia spp. - Diagnóstico molecular (PCR)]

 

If you are interested in the English text, please ask to ivami@ivami.com.

 

Microsporidia es una clase de microorganismos parásitos intracelulares obligados, con una distribución mundial, que afectan a diversas especies animales causando microsporidiosis, tanto a vertebrados como a invertebrados, incluyendo a las personas. Además, este microorganismo es un hiperparásito, lo que significa que puede infectar a otros parásitos. Hasta el momento se han descrito más de 1.200 especies, clasificadas en 143 géneros, de los cuales 8 géneros producen infección en las personas: Enterocytozoon, Encephalitozoon, Nosema, Vittaforma, Pleistophora, Anncaliia y Microsporidium.

Los microsporidios, se caracterizan por sus esporas de tamaño de 2 a 20 µm, que contienen el esporoplasma (el parásito infectivo) y un filamento polar sencillo. Una de las paredes de la espora contiene quitina, una característica de los hongos. Los parásitos maduros, trofozoides, producen zigotos por meiosis, que posteriormente pueden producir más esporas. Los microsporidios producen esporas muy resistentes, capaces de sobrevivir fuera de un hospedador durante varios años. Las esporas de la mayoría de las especies son ovales o piriforme, siendo inusual las esporas en forma de varilla o esféricas.

El ciclo biológico de Microsporidia varía considerablemente. Algunos microsporodios tienen un ciclo biológico asexual sencillo que implica un único hospedador, mientras que otros tienen un ciclo biológico complejo que involucra múltiples hospedadores y llevan a cabo tanto la reproducción sexual como la reproducción asexual. Una vez en el organismo de un hospedador, la espora germina y acumula presión osmótica hasta que rompe su pared. La vacuola posterior se hincha, forzando el filamento polar para expulsar rápidamente el contenido infeccioso en el citoplasma de las células del hospedador. Una vez en el interior de la célula huésped, los microsporidios se multiplican extensamente dentro de una vacuola parasitofora o de forma libre en el interior del citoplasma. La multiplicación intracelular incluye una fase de divisiones repetidas mediante fisión binaria (merogonia) y una fase que culmina en la formación de esporas (esporogonia). Posteriormente, los parásitos se diseminan de célula en célula, provocando la muerte celular e inflamación local. Aunque ciertas especies son altamente selectivas en el tipo de célula que invaden, los microsporidios son capaces de infectar cada órgano y se han descrito infecciones diseminadas, especialmente en individuos gravemente inmunodeprimidos. Posteriormente a la esporogonia, las esporas maduras que contienen el esporoplasma infeccioso pueden ser excretadas al exterior, continuando de este modo el ciclo.

La transmisión de Microsporidia se produce principalmente a través de la ingesta oral de alimentos o agua contaminados por esporas eliminadas por las heces u orina de animales o personas infectadas. También se ha sugerido la transmisión por inhalación, de persona-persona a través del contacto sexual o con secreciones infectadas (heces, orina, secreciones respiratorias) y la inoculación ocular a través de las manos contaminadas o traumática en la cornea a través de la picadura de insectos. En modelos animales se ha demostrado la transmisión congénita transplacentaria.

Tanto en los animales como en las personas, la infección por Microsporidia causa con frecuencia enfermedades crónicas debilitantes. Los microsporodios puede causar una variedad de enfermedades con manifestaciones clínicas muy diversas en función de las especies causales, que involucran múltiples órganos incluyendo: el intestino, los ojos, el pulmón, los senos paransales, el riñón y los músculos. Después del aparato gastrointestinal, la microsporidiosis ocular es la manifestación más frecuente en humanos. La infección por Microsporidia se produce con mayor frecuencia en individuos inmunodeprimidos, especialmente aquellos con VIH.

Pruebas recomendadas para el diagnóstico:

El diagnóstico se basa en la identificación microscópica o en métodos de diagnóstico molecular (PCR).

Pruebas realizadas en IVAMI:

  • Diagnostico molecular (PCR), para detectar ADN de Microsporidia.

Muestra recomendada: 

  • Heces. 

Conservación y envío de la muestra:

  • Refrigerada (preferido) durante menos de 2 días.
  • Congelada: más de 2 días. 

Plazo de entrega: 

  • Diagnóstico molecular (PCR): 24 a 48 horas. 

Coste de la prueba: