AATCC 100: 2019. Evaluación de antimicrobianos en tejidos [Assesment of antimicrobial finishes on textile materials].
Prueba acreditada por ENAC.
Los antimicrobianos son útiles como aditivos en las telas por varias razones: 1) porque proporcionan protección frente a los olores causados por la presencia de microorganismos, sin modificar la apariencia o sensación del producto, y 2) porque cuando las telas son utilizadas en el área médica pueden ayudar a prevenir infecciones en los pacientes. Por estas razones, las telas con actividad antimicrobiana son demandadas para prendas deportivas y comerciales, y para el área médica. En el área médica pueden prevenir infecciones por microorganismos contaminantes de interés público como son los Staphylococcus aureus resistentes a la meticilina (MRSA), entre otros. Tanto cuando el antimicrobiano se incorpora a las fibras, como si se aplica a la superficie del tejido, es necesario probar su eficacia. El método AATCC 100 se considera el método estándar en la industria textil para cuantificar la actividad antimicrobiana de una tela antimicrobiana, ya que permite demostrar si las telas o los tejidos inhiben el crecimiento o matan a las bacterias cuando se exponen a ellas durante un periodo de contacto de 24 horas. Este método se realiza con bacterias crecidas en medio líquido, a una concentración estandarizada, que son inoculadas en las telas a una dilución adecuada, de forma que se pongan en contacto con ellas, determinándose la concentración de la bacteria tanto en el tiempo cero. También se puede realizar el ensayo a otro tiempo de contacto, por ej. 1 hora ó 6 horas, para lo cual se eluye en un líquido neutralizante para que se neutralice el antimicrobiano y permita el crecimiento de las bacterias viables en caso de estar presentes. El método se realiza paralelamente con piezas de telas control sin antimicrobianos que permiten demostrar comparativamente el efecto obtenido con la tela que contiene el antimicrobiano, y así poder determinar la concentración de bacterias y su reducción, en caso de que exista. Para conseguir demostrarlo, la reducción del número de bacterias tras el periodo de contacto con respecto a las concentraciones iniciales debe calcularse tanto en las telas con antimicrobianos, como en los controles respectivos sin antimicrobianos. Este método es cuantitativo y reproducible, y puede determinar tanto la actividad antimicrobiana bacteriostática, que inhibe el crecimiento de las bacterias, como la actividad antimicrobiana bactericida, que mata a las bacterias. Este método se realiza en presencia de los nutrimentos y condiciones de crecimiento adecuados para la multiplicación de las bacterias utilizadas, de forma que la inhibición de su crecimiento o muerte, sólo ocurre si las telas son suficientemente antimicrobianas. Para poder realizar el método adecuadamente las telas deben absorber líquidos, es decir no deben ser hidrofóbicas. La prueba se realiza con piezas de telas circulares de 4,8 cm de diámetro, con antimicrobiano y sin antimicrobiano (controles), con o sin esterilización previa, con o sin lavado previo, según recomiende el fabricante, utilizando dos especies de bacterias (Klebsiella pneumoniae y Staphylococcus aureus). El contacto entre las bacterias y las telas se mantiene en incubación un tiempo "cero" o un tiempo elegido por el cliente y a continuación las bacterias son eluidas con una solución neutralizadora para su cuantificación, calculándose el porcentaje de reducción. Como microorganismos opcionales adicionales pueden utilizarse Staphylococcus aureus resistentes a meticilina (MRSA), Pseudomonas aeruginosa, Enterococcus resistentes a vancomicina, Salmonella spp. o cualquier otro elegido por el cliente. Para la realización el cliente debe proporcionar las piezas de telas de 4,8 cm de diámetro, tanto con antimicrobianos, como sin ellos, en número suficiente para realizar el proceso por duplicado y con las dos bacterias (mínimo 32 piezas con antimicrobianos y 16 piezas sin antimicrobiano).