Kingella kingae, un patógeno emergente productor de artritis, osteomielitis, espondilodiscitis y endocarditis: cultivo y PCR

Información (05-11-14)

Kingella kingae es un bacilo o cocobacilo gramnegativo, de difícil decoloración, por lo que a veces aparece como grampositivo, que aparece en parejas o cadenas cortas, anaerobio facultativo, oxidasa positivo y catalasa negativo que únicamente utiliza la glucosa y la maltosa. Una de sus características microbiológicas importantes que ha dificultado su aislamiento es su dificultad para crecer en los medios sólidos, como agar sangre o agar chocolate. Por ello, actualmente en los cuadros clínicos en los que puede estar implicado se recomienda introducir la muestra en cualquiera de los tipo de frascos con medio líquido utilizados para los hemocultivos.

Actualmente, se considera un patógeno emergente porque se ha visto que está muy implicado en las artritis sépticas infantiles, además de producir casos de osteomielitis, de espondilodiscitis y de endocarditis. En las artritis sépticas infantiles es la principal causa por gramnegativos en niños de 2 a 5 años, en las que produce principalmente artritis de grandes articulaciones (rodilla, cadera, tobillo u hombro), aunque ocasionalmente provoca artritis metacarpofalángicas, esternoclaviculares, y tarsales. También es responsable de más del 25% de espondilodiscitis hematógenas en niños menores de 4 años.

En su patogenia hay que considerar que es una bacteria que coloniza la faringe posterior, y que se transmite de persona a persona por secreciones respiratorias, encontrándose una prevalencia elevada en guarderías, por el contacto próximo existente entre los niños, donde puede encontrarse colonizando entre el 9 y 12% de los niños de 1 a 2 años de edad, aunque en algunas ocasiones se ha encontrando colonizando hasta el 28 a 70% de los niños de algún grupo como guarderías.  Durante el primer año de vida es menor la prevalencia de colonización, atribuible a los anticuerpos transferidos de la madre, y también es baja en edades superiores cuando se han formado anticuerpos inducidos por la colonización. La colonización es debida a la presencia de unos pili (fimbrias) de tipo IV. Gracias a la adherencia a las células de la mucosa y a la producción de una toxina (toxina RTX), y a la facilitación que le producen las infecciones víricas respiratorias, puede invadir el epitelio, y pasar a sangre, provocando una bacteriemia no complicada, que le lleva, dado su tropismo por la sinovial articular,  a provocar una artritis séptica. En otras ocasiones provoca a través de la diseminación hematógena, una osteomielitis, una espondilodiscitis, o una endocarditis.

El diagnóstico microbiológico es dificultoso, por los problemas comentados de su dificultad para decolorarse en la tinción de Gram, y por su desarrollo dificultoso en los medios sólidos como agar sangre o agar chocolate, por lo que ante su sospecha clínica, en los procesos clínicos comentados, debe realizarse la inoculación de la muestra, habitualmente monobacteriana, en un frasco de medio líquido de los utilizados en hemocultivos, y después de observarse crecimiento, realizar la resiembra en uno de los medios sólidos enriquecidos comentados.

Por la dificultad de diagnóstico microbiológico convencional, por métodos de cultivo, es uno de los microorganismos candidatos a ser diagnosticado por métodos moleculares con PCR (reacción en cadena de polimerasa (Polymerase Chain Reaction). Para esta prueba pueden utilizarse dos dianas moleculares, gen 16S rRNA o gen RTX. La ventaja del primer método reside en que al mismo tiempo podrían detectarse otras bacterias causantes del proceso, ya que con la diana del gen 16S rRNA se amplificaría este gen de cualquier bacteria, aunque tiene el inconveniente de que para conocer la especie de bacteria debe procederse a su secuenciación. La ventaja de la amplificación a través de la diana del gen RTX codificante de su toxina, es que no requiere la secuenciación posterior, pero pasarían sin detectarse otras posibles causas que no fuesen Kingella kingae.

Para su tratamiento, hay que tener en cuenta que es una bacteria muy sensible a los antimicrobianos como los β-lactámicos (penicilinas y cefalosporinas, excepto las penicilinas antiestafilocócicas como oxacilina y similares), siendo muy ocasionales las cepas productoras de β-lactamasas. Esto es importante tenerlo en cuenta, porque una de las terapéuticas empíricas recomendadas en casos de artritis u osteomielitis es una penicilina antiestafilocócica, excepto en áreas donde exista una alta prevalencia de cepas de Staphylococcus aureus meticilin-resistentes (SARM), en cuyo caso se recomienda la asociación de un β-lactámico con vancomicina. También es sensible a aminoglucósidos, aunque estos no deben ser los fármacos de elección por su toxicidad potencial en un tratamiento de larga duración; a los macrólidos, que tienen el problema de que no son antimicrobianos bactericidas; a las fluoroquinolonas, tetraciclinas y cloranfenicol, aunque estos antimicrobianos no son de elección para el tratamiento en niños, por la afectación que pueden tener sobre el desarrollo óseo o por su toxicidad. También es sensible a rifampicina, pero este antimicrobiano se utiliza en las infecciones por Kingella kingae, cuando se desea realizar una quimioprofilaxis de un grupo de niños en los que se haya producido un caso o brote de artritis por esta bacteria.

Pruebas realizadas en IVAMI:

• Cultivo para aislamiento.
• PCR para dianas moleculares 16S rRNA y gen RTX.

Muestras recomendadas:

• Artritis (líquido sinovial): depositar 1 a 2 mL de muestra líquida en un tubo o en un recipiente estéril, preferiblemente de polipropileno para evitar la rotura, conteniendo 3 mL de un medio de transporte universal.
• Osteomielitis: aspirado o biopsia de lesión ósea depositado en un tubo estéril, preferiblemente de polipropileno para evitar la rotura.
• Exudado faríngeo posterior: torunda impregnada en exudado de faringe posterior.

Conservación y envío de la muestra:

Refrigerada (preferido) durante menos de 2 días.
Congelada: más de 2 días.

Plazos de entrega:

• Cultivo para aislamiento: 48 a 72 horas.
• PCR para dianas moleculares 16S rRNA y gen RTX: 48 a 72 horas.

Coste de las pruebas:  

Consultar a ivami@ivami.com