Streptobacillus moniliformis – Fiebre por mordedura de rata; Fiebre de Haverhill:

Diagnóstico molecular (PCR).

 

Streptobacillus moniliformis es un bacilo gramnegativo, que puede observarse en forma filamentosa, no ramificada y muy pleomórfico, a veces con dilataciones laterales, con largos segmentos curvados, inmóvil, y microaerófilo. Inicialmente fue clasificado en la familia Fusobacteriaceae, pero posteriormente por homología genética de 16S rDNA en la familia Leptotrichiaceae. Fue aislado por primera vez (1914) a partir de una mordedura de rata en humano y se ha aislado del aparato respiratorio de ratas domésticas y salvajes. En 2014 se identificó una nueva especie en Hong-Kong diferenciada de la anterior por análisis de su 16S rDNA y de los genes recA, groE1 y gyrB, denominada Streptobacillus hongkongensis.

            Su cultivo es dificultoso por ser inhibido por un anticoagulante (polianetol sulfonato sódico) presente en la mayoría de los medios de hemocultivos comerciales aerobios. Como alternativa se pueden utilizar frascos de hemocultivo de anaerobios que carecen de tales anticoagulantes, o bien utilizar caldo o agar tripticasa-soja con 10 a 20% de sangre, suero o líquido ascítico. En medios sólidos de agar sangre 5% a 37ºC puede desarrollarse entre 2 y 7 días de incubación, dando colonias pequeñas, convexas, lisas, brillantes y grisáceas. En medios líquidos produce colonias algodonosas. Puede identificarse mediante pruebas de identificación metabólica convencionales. Es sensible a penicilina, cefalosporinas, macrólidos, tetraciclinas y otros antimicrobianos de amplio espectro.

Aunque este síndrome se ha relacionado clásicamente con la mordedura o arañazo de ratas, tanto salvaje (Rattus norvegicus), colonizadas en 92% de los casos, como doméstica (Rattus rattus) colonizadas en 58% de los casos, la colonización se ha descrito en otros animales también han sido origen de este síndrome como jerbos, cobayas, ratones, hurones, gatos, perros o primates no humanos. Todas estas especies de animales pueden estar colonizadas sin que presenten ninguna sintomatología.

La fiebre por mordedura de rata se produce tras la mordedura de estos animales, pero en un 30% de los casos no se recuerda la existencia de ninguna mordedura o arañazo. En los casos del síndrome de fiebre por mordedura de rata, no se observa la presencia de lesión en el lugar de la mordedura o arañazo, a diferencia de lo que ocurre con un síndrome relacionado provocado por Spirillum minus que se da preferentemente en Asia. Sin embargo, este síndrome también se ha relacionado con contactos con animales colonizados en los que no ha existido ninguna lesión cutánea, por ejemplo, cuidadores de animales en estabularios, tiendas de mascotas o individuos con contacto íntimo con sus mascotas. Algunos casos publicados refieren a un cuidador de serpientes contaminado a través de las ratas utilizadas para la alimentación de los reptiles, o a niños que se contaminan a partir de los roedores como mascotas. Se admite la posibilidad de transmisión por agua infectada, contacto próximo con ratas o su manipulación, o incluso por alimentos contaminados (Haverhill fever -Erythema arthriticum epidermicum-, por un brote por alimentos contaminados en esta localidad de EE.UU.). Brotes similares se han dado por consumo de leche cruda, o agua contaminada con heces de ratas. En estos casos los pacientes manifiestan sintomatología similar con vómitos, cefaleas intensas, sudoración fría y fiebre elevada.

           Los síntomas de la fiebre por mordedura de rata incluyen fiebre elevada (38ºC a 41ºC) de comienzo brusco, que aparece entre los 2 y 10 días de la lesión o exposición (mordedura, arañazo o ingestión de alimentos contaminados con heces de ratas), junto con malestar, dolores musculares, inflamación articular ocasional, acompañada en el 78% de los casos de exantema maculopapular, petequial o pustular, que suele comenzar en antebrazos y se extiende a cara, cuello, piernas, manos y pies, incluido palmas de las manos y plantas de los pies. Se han descrito manifestaciones infrecuentes que ocurren ocasionalmente como artritis, o poliartritis en general bilateral, aunque no obligatoriamente, que puede afectar a rodillas, tobillos, codos o muñeca. Otras complicaciones pueden ser: endocarditis, miocarditis, bronquitis, neumonías, arteritis, septicemia, absceso epidural, osteomielitis vertebral, espondilodiscitis, absceso de psoas o descamación cutánea de extremidades que puede confundirse con el síndrome de Kawasaki, entre otras. Se calcula que la mortalidad en pacientes no tratados es del 13%, con mayor riesgo en los individuos con inmunodeficiencia (p. ej. infectados con VIH).

            Por sus exigencias para su cultivo es difícil su aislamiento, por lo que actualmente se recomienda el diagnóstico molecular (PCR).

Pruebas realizadas en IVAMI:

  • Diagnóstico molecular (PCR).

Muestra recomendada:

 

  • Exudado obtenido de vesiculación presente en exantema.
  • Exudado de punción articular -líquido articular- en caso de artritis.
  • Exudado obtenido de punción en casos de abscesos.
  • Exudado faríngeo para descartar colonización en animales (no en personas). 

Conservación y envío de la muestra:

  • Refrigerada (preferido) durante menos de 2 días.
  • Congelada: más de 2 días. Si se dispone de muestra congelada enviar en este estado sin descongelar.

Interferencias con la prueba:

  • Hemolisis de sangre completa.
  • Congelación-descongelación repetida.
  • Conservación a temperatura por encima de refrigeración.
  • Extracción de muestra durante fase de convalecencia.
  • Extracción de sangre en tubos con heparina. 

Coste de la prueba:  

  • Diagnóstico molecular (PCR): Consultar a ivami@ivami.com.