Actinomicetos en suelos (tierras), aguas, sedimentos, fertilizantes

(microorganismos eficientes)

Información 13-05-15.

 

Los actinomicetos son bacterias grampositivas que pueden formar micelio con ramificaciones. Fueron llamadas así por su morfología microscópica al observarse ramificaciones (como los hongos) y de disposición radial (aktis: rayo). Por ello, se consideraron un grupo intermedio entre bacterias y hongos, pero actualmente se consideran procariotes (bacterias). Cuando nos referimos a actinomicetos se considera cualquier especie incluida en el orden Actinomycetales. Este orden incluye especies muy diversas, incluidas en muchas subdivisiones, existiendo muchos aislados aún sin clasificar.

 

A continuación exponemos una relación alfabética de familias, donde no están todas las propuestas, para comprender la amplia variedad de actinomicetos que existen en la naturaleza, su complejidad taxonómica y de identificación de especies: Actinomycetaceae, Beutenbergiaceae, Bogoriellaceae, Brevibacteriaceae, Cellulomonadaceae, Corynebacteriaceae, Cryptosporangiaceae, Demebacteraceae, Demequinaceae, Frankiaceae, Geodermatyhilaceae, Glycomycetaceae, Gordoniaceae, Intrasporangiaceae, Jiangellaceae, Jonesiaceae, Kineosporiaceae, Mycobacteriaceae, Nocardiaceae, Nakamurellaceae, Microbacteriaceae, Micrococaceae, Micromonosporaceae, Promicromonosporaceae, Propionibacteriaceae, Pseudonocardiaceae, Rarobacteraceae, Ruaniaceae, Sanguibacteraceae, Streptomycetaceae, Thermomonosporaceae.

 

Son bacterias saprófitas, ampliamente distribuidas en la naturaleza. Se propagan a través de la formación de esporas o de fragmentos de su micelio, especialmente en suelos alcalinos o neutros, con escasa cantidad de agua y ricos en materia orgánica.

 

Estas bacterias juegan un papel muy importante en la degradación de la materia orgánica, y han sido muy consideradas e investigadas como productores de antibióticos y otras moléculas bioactivas, como vitaminas, enzimas, inhibidores enzimáticos, por lo que tienen un alto valor de aplicaciones para la industria. Se han investigado en todos los tipos de ambientes, utilizando procedimientos que permitiesen encontrar nuevas especies desconocidas para conocer si se podrían descubrir nuevos productos sintetizados por ellas, con aplicaciones terapéuticas o industriales.

Al encontrarse en ambientes donde coexisten con otras muchas especies de bacterias y de hongos, siempre se recomienda utilizar medios selectivos para su aislamiento en cultivo, utilizar medios selectivos, ya que de no ser así es difícil o imposible aislar actinomicetos.

Los cultivos selectivos para aislamientos de actinomicetos utilizan algún componente, como sustrato para fuente de carbono o de nitrógeno para ellos y que no pueda serlo para otras bacterias u hongos (quitina, ácido húmico). Otras alternativas consisten en someter las muestras a algún tratamiento previo al cultivo para destruir otras bacterias u hongos (pretratamiento térmico o secado de muestras, tratamiento con fenol), junto con condiciones especiales de cultivo (pH, temperaturas). Además, la observación microscópica de las colonias puede facilitar su diferenciación.

 

La sistemática de identificación ha estado basada en sus características morfológicas, en sus propiedades metabólicas y en los componentes estructurales de su pared celular: ácidos grasos, menaquinonas, ácido diaminopimélico de pared, o en la composición de azúcares en hidrolizados celulares. La realización de estos métodos de identificación es muy laboriosa y lenta, además de ser pruebas muy especializadas.

 

Actualmente se han propuesto métodos moleculares como la amplificación genómica, seguida de digestión con nucleasas de restricción y análisis de fragmentos (método ARDRA: Amplified rDNA restriction Analysis), o la amplificación de ADN seguida de su secuenciación y análisis BLAST de las secuencias obtenidas.

 

Microorganismos eficientes

 

Los microorganismos eficientes son varios grupos de bacterias (actinomicetos, bacterias fototróficas y bacterias lácticas) y de hongos (filamentosos y levaduras), que incluyen a un conjunto de especies que se consideran regeneradores aeróbicos o anaeróbicos de origen natural. Se trata de un conjunto probiótico natural que incluye únicamente a microorganismos que existen en la naturaleza, y no incluye a microorganismos manipulados genéticamente. Sus funciones ecológicas son beneficiosas para los ecosistemas y otros organismos superiores (p. ej. plantas).

Los microorganismos eficientes son cultivados en medios líquidos y entre ellos se pueden encontrar más de ochenta especies de microorganismos procedentes de cinco grupos: actinomicetos, bacterias fototróficas, bacterias lácticas, levaduras y hongos filamentosos, preparados en cultivos mixtos de microorganismos aerobios y anaerobios.

Esta tecnología desarrollada inicialmente en Japón, se utilizó como alternativa a los pesticidas y abonos químicos, puesto que su eficacia es de tal magnitud que suprime la necesidad de utilizar productos químicos e industriales.

Su aplicación se ha extendido a multitud de ámbitos y actividades humanas, tales como la agricultura, ganadería, avicultura, porcicultura, acuicultura, salud animal, conservación de alimentos, control de malos olores, reciclaje de residuos, tratamiento de aguas y efluentes, medio ambiente, industria, etc.

Es uno de los procedimientos tecnológicos más eficaces para la restauración del equilibrio natural en los ecosistemas, al restituir el equilibrio microbiano capaz de regenerar cualquier medio contaminado, eliminando sustancias perjudiciales, descomponiendo la materia orgánica, produciendo sustancias bioactivas (enzimas, vitaminas, antimicrobianos), lo que favorece el desarrollo de las plantas, porque muchas de las sustancias producidas son fitonutrientes, reemplazando a los agroquímicos y fertilizantes sintéticos, mejorando la calidad del suelo al introducir una microflora equilibrada compuesta por microorganismos beneficiosos.

 

Pruebas realizadas en IVAMI:

 

  • Cultivo cualitativo con medios selectivos en muestras de suelos (tierras), aguas, sedimentos, fertilizantes, …
  • Cultivo cuantitativo con medios selectivos en muestras de suelos (tierras), aguas, sedimentos, fertilizantes, …
  • Identificación de aislados en cultivos a partir de colonias con morfología compatible con Actinomycetales, mediante amplificación de ADN y secuenciación para conocer el género al que pertenecen.

Muestra recomendada:

 

  • Muestras de suelos (tierras), aguas, sedimentos, fertilizantes, … - 20 gramos o 20 mL.

 

Conservación y envío de la muestra:

 

  • Temperatura ambiente o refrigerada (preferido) durante menos de 2 días.

 

Plazo de entrega:

 

  • Cultivos: 20 días (muchas de las especies son de crecimiento lento en cultivo, por lo que estos deben mantenerse durante al menos 14 a 28 días).
  • Identificación de aislados a nivel de género: 72 horas a partir de la finalización de los cultivos.

 

Coste de la prueba:  

 

  • Cultivo cualitativo con medios selectivos en muestras de suelos (tierras), aguas, sedimentos, fertilizantes, …: consultar a ivami@ivami.com.
  • Cultivo cuantitativo con medios selectivos en muestras de suelos (tierras), aguas, sedimentos, fertilizantes, …: consultar a ivami@ivami.com.
  • Identificación de aislados en cultivos a partir de colonias con morfología compatible con Actinomycetales, mediante amplificación de ADN y secuenciación: consultar a ivami@ivami.com.