Ácaros eriófidos del tomate: detección microscópica e identificación molecular (PCR y secuenciación)
Información 03-09-18.
Los eriófidos son una familia de ácaros microcópicos, fitófagos, muy evolucionados, que provocan decoloraciones y deformaciones vistosas en las plantas. Entre ellos, el ácaro pardo del tomate, Aculops lycopersici (Massee) es una plaga cosmopolita en cultivos de solanáceas, principalmente en tomate (Solanum lycopersicum L.). A. lycopersici suele abundar en los invernaderos y causa pérdidas masivas de rendimiento de tomate, uno de los cultivos hortícolas más importantes del mundo.
Los ácaros eriófidos se encuentran entre los artrópodos más pequeños de la tierra. El diminuto tamaño de estos ácaros es la clave de su éxito ecológico, ya que les permite llegar a lugares lo suficientemente pequeños como para estar libres de depredadores y adecuados para acceder a los recursos alimenticios de la planta. En cultivos agrícolas, tales ácaros pueden alcanzar fácilmente el estado de la plaga cuando carecen de depredadores. Las cubiertas densas de pelos glandulares protegen las partes vitales de las plantas contra muchos artrópodos herbívoros. En el tomate, los tricomas glandulares en las hojas y los tallos protegen la planta constitutivamente contra el ácaro araña de dos manchas o araña roja, pero también pueden obstaculizar los ácaros depredadores y otros enemigos naturales. Esto puede crear un espacio libre de competencia y enemigos para los diminutos ácaros eriofioideos, que buscan refugio y se alimentan entre los pelos glandulares. El ácaro pardo del tomate Aculops lycopersici representa tal caso.
Aculops lycopersici es una especie cosmopolita y ocasiona daños en cultivos de tomate en todo el mundo, con incidencia creciente en la zona de Almería, probablemente debido a que las condiciones climáticas de los invernaderos son favorables para su desarrollo, especialmente en ciclos de primavera, ya que tanto la temperatura como la humedad relativa influyen en el crecimiento de sus poblaciones. Aculops lycopersici se alimenta de células epidérmicas por medio de tres conjuntos de estiletes de aproximadamente 15 μm de longitud, derivados de los quelíceros, el rodete y el infracapitulio, respectivamente, que rodean la boca. Mediante su alimentación, A. lycopersici destruye las células epidérmicas superiores e inferiores, entre las cuales se encuentran las células protectoras, e induce la formación de tejido calloso que aparece en estas regiones, mientras que la planta sufre de fotosíntesis y respiración muy reducidas. Una vez detectado, A. lycopersici es difícil de controlar ya que se esconde en el bosque de pelos de hojas de tomate (tricomas), lo que lo protege de los depredadores e incluso del control químico.
Los síntomas comienzan con un amarilleamiento de las hojas más bajas, extendiéndose luego a los peciolos de las mismas y a los tallos, que se van desecando paulatinamente, originando, por último, la desecación y muerte de la planta. Las hojas toman un color amarillo al principio, posteriormente un aspecto plateado en el envés, hasta que llegan a secarse y en casos de ataques severos terminan cayéndose. El tallo presenta una coloración marrón herrumbrosa. Los síntomas van ascendiendo por la planta, hasta llegar a las zonas apicales. Pueden causar incluso la pérdida de la cosecha, según la intensidad de la plaga. En las hojas produce un color amarillo bronce oscuro u "oro viejo", que no debe confundirse con el virus del mosaico del tomate, que da un color amarillo canario y no un amarillo tostado a las hojas. Además el eriófido ataca hojas viejas, generalmente en la parte de debajo de la planta, mientras que el virus empieza por las jóvenes.
Estos ácaros tienen un ciclo muy corto, y en condiciones óptimas de altas temperaturas y baja humedad relativa (27°C y 30% de humedad ) pueden completar su ciclo en poco más de una semana. El ciclo de vida de esta especie consta de los estados de huevo, dos estados ninfales y adulto. Los huevos son esféricos transparentes y los deposita en el envés de las hojas. No presenta diapausa por lo que puede encontrarse durante todo el año. Las hembras adultas son el estadio más abundante y frecuentemente encontrado en las plantas sintomáticas. Tienen las características básicas de Eriophyidae y Phyllocoptinae. Este ácaro como todos los pertenecientes a la familia Eriophidae, presenta un cuerpo alargado con estrías transversales y tiene solo dos pares de patas. El aparato bucal es de tipo chupador. Su tamaño es muy pequeño, su cuerpo fusiforme mide de 0,15 a 0,2 mm de largo y su color es amarillento. El escudo prodorsal tiene una longitud de 40 a 50 μm, y tiene un lóbulo anterior ancho y corto que se desvía abruptamente ventralmente. Está fuertemente esculpido con un patrón diagnóstico de estrías longitudinales en forma de reloj de arena, y tiene un par de setas dorsales divergentes moderadamente largas, dirigidas hacia atrás, cerca del borde posterior. El cuerpo exhibe una serie de anillos fuertemente diferenciados en tergitos (dorsales) y esternitos (ventrales). Hay 25-30 tergitos y más de 60 esternitos, y los esternitos tienen microtubérculos puntiagudos en sus bordes posteriores. La cubierta genital se extiende desde 14-16 μm de longitud y está esculpida con estriaciones longitudinales. Los dos pares de patas tienen estructuras distintivas en forma de garra en la parte final del tarso, llamadas garras de plumas.
Los tratamientos deberían realizarse al inicio de la detección de la plaga ya que su ciclo corto hace que esta se desarrolle con extraordinaria rapidez. Por ello es importante una detección temprana de la plaga. Sin embargo, debido a su pequeño tamaño, a menudo los cultivadores lo detectan demasiado tarde. En el IVAMI realizamos la detección de eriófidos en plantas mediante la observación microscópica e identificación molecular (PCR y secuenciación).
Pruebas realizadas en IVAMI:
- Observación microscópica e identificación molecular (PCR y secuenciación).
Muestra recomendada:
- Varias hojas de plantas afectadas introducidas en un frasco de cierre hermético.
Conservación y envío de la muestra:
- Temperatura ambiente (menos de 24 horas).
- Refrigerada (más de 24 horas).
Plazo de entrega de resultados:
- Observación microscópica: 24 horas (días laborables).
- Identificación molecular: 48 a 72 horas (días laborables).
Coste de la prueba:
- Observación microscópica: Consult to ivami@ivami.com.
- Identificación molecular: Consult to ivami@ivami.com.