Tritrichomonas foetus - Examen microscópico; Diagnóstico molecular (PCR)

 

Tritrichomonas foetus es un protozoo unicelular flagelado, del género Trichomonas,  familia Trichomonadidae, clase Phytomastigophorea y phylum Sarcomastigophora, con una distribución mundial. Este parásito afecta principalmente al ganado bovino y a los gatos, en los que causa la trichomonosis (tritrichomonosis) bovina y la trichomonosis (tritrichomonosis) felina, respectivamente. La trichomonosis bovina se considera una enfermedad de la reproducción de transmisión sexual (venérea) prevalente y de importancia económica causante de infertilidad y aborto en el ganado criado de forma natural. En los gatos, se considera una causa de diarrea crónica colónica. Se ha observado en cerdos, pero se desconoce el efecto que pueda tener en ellos.

Tritrichomonas foetus es un organismo piriforme de 10 a 25 µm x 3 a 15 µm, aunque debido a la plasticidad de su protoplasma adopta diversas formas. Este microorganismo posee un núcleo usualmente esférico u ovoide. Se han identificado dos formas de Tritrichomonas foetus: una en estado de trofozoíto caracterizado por una forma elongada, y otra forma seudoquística, oval e inmóvil, que aparece en condiciones ambientales desfavorables como temperatura hostil o deficiencias nutricionales. Además, Tritrichomonas foetus posee tres flagelos anteriores de 11 a 17 μm y un flagelo posterior de 16 μm. Las características de su forma piriforme o elongada, y el número y disposición de flagelos son las que se tienen en cuenta para diferenciarlo de otros protozoos flagelados no patógenos como Pentatrichomonas o Tetratrichomonas.

El ciclo biológico de este microorganismo implica únicamente un hospedador donde se multiplica y madura. La vía de transmisión, el proceso de infección, así como los signos y síntomas asociados a la infección por Tritrichomonas foetus varían en función del animal afectado.

En el ganado bovino, la transmisión de Tritrichomonas foetus se produce principalmente por vía sexual debido a que este protozoo se encuentra en el epitelio prepucial del pene de novillos y toros, en los que persiste durante toda la vida por lo que se considera el reservorio de este agente, y es el motivo para que sean sacrificados cuando se detecta la infección. Durante el coito se transmite a las hembras en las que invade la vagina, útero y oviducto, provocando infertilidad durante un periodo de 2 a 6 meses, ya que las novillas y vacas se recuperan de la infección. Ocasionalmente, la transmisión también puede producirse durante la práctica de la inseminación artificial o de la exploración vaginal si se utiliza material contaminado. La invasión de la vagina induce una respuesta inflamatoria leve caracterizada por proliferación de linfocitos, macrófagos y células plasmáticas en la lámina propia vaginal persistiendo en las secreciones genitales. Durante la gestación invade la placenta y el feto provocando la muerte de los embriones. Los trofozoítos se multiplican de forma asexual por fisión binaria. En el macho, la infección cursa de forma asintomática, pero persiste por lo que los animales que se detectan infectados son sacrificados habitualmente. En las novillas o vacas, la infección por este microorganismo puede causar infertilidad, así como endometritis, cervicitis, salpingitis y placentitis. Debido a ello, la infección por Tritrichomonas foetus provoca abortos en los periodos embrionario y fetal antes del día 120 de gestación. En los dos primeros meses de gestación, el agente es capaz de penetrar en el corion placentario y el epitelio de las mucosas fetales colonizando los tejidos conectivos y linfáticos adyacentes. Se cree que el parásito es aspirado por el feto a partir del líquido amniótico, produciéndose la colonización del estómago, el intestino y los pulmones fetales. Los casos de infección en el ganado se han reducido gracias a la utilización de la inseminación artificial. La prevalencia de la infección varía de unas regiones a otras. En el Oeste de EE.UU. se calcula que la prevalencia de infección es del 5 a 8%, en California algún estudio encontró una tasa de prevalencia del 16 y otros del 27%; en un rancho de Nevada se encontró el 46%. En las zonas donde la reproducción bovina se realiza mediante inseminación artificial controlando los animales de cría, se ha controlado esta infección, como ocurre en Europa Central. Así en Suiza hasta 1994 no se había dado un caso en 20 años, y en el Reino Unido, únicamente dos casos en el mismo periodo. En el Noroeste de España la prevalencia fue del 2,9% en rebaños de cría natural.

En los gatos, la transmisión de Tritrichomonas foetus se produce por contacto directo, fundamentalmente cuando se encuentran hacinados. El parasito se contagia por vía oral (feco-oral). Una vez en el interior del organismo del animal,  Tritrichomonas foetus coloniza la mucosa del ileon,  ciego y colon en forma de trofozoítos pequeños y móviles, que además tienen la capacidad de adherirse al epitelio intestinal, donde se reproduce de forma asexual por fisión binaria, provocando un cuadro de diarrea crónica. El gato infectado elimina el parasito en sus heces, contagiando a otros gatos al tener contacto con estas. La infección por Tritrichomonas foetus cursa con diarrea intermitente que puede contener en ocasiones sangre y mucus. En la mayoría de los casos afecta a gatos jóvenes de 12 meses de edad o menos y a los gatos que se encuentran hacinados en refugios de acogida y hogares en los que conviven varios gatos. Tritrichomonas foetus provoca principalmente la diarrea por la colonización del intestino grueso (diarrea crónica colónica). La recuperación es lenta, pero generalmente el pronóstico a largo plazo es bueno. Sin embargo, los gatos que se han recuperado y no presentan signos clínicos pueden seguir eliminando el organismo con las heces durante unos dos años.           

Pruebas recomendadas para el diagnóstico:

 

El diagnóstico se basa en tres métodos: examen microscópico, cultivo en medios adecuados, y diagnóstico molecular (PCR).

Para el examen microscópico con microscopía óptica, se utilizan raspados o lavado de  prepucio de novillos o toros, o secreción cervico-vaginal de novillas o vacas. El examen microscópico trata de evidenciar la presencia de organismos de morfología piriforme o elongada, móviles que en las tinciones muestren los tres flagelos anteriores y el flagelo posterior. Aunque otras especies de flagelados son de mayor tamaño y forma redondeada, estas diferencias no se aprecian a veces en microscopía óptica, por lo que pueden darse resultados falsos positivos, que pueden conllevar el sacrificio injustificado de los animales. En los gatos se realiza l examen microscópico de las heces diluidas en solución salina. Para facilitar la observación, las heces deben ser de emisión reciente (frescas), y de consistencia diarreica. La refrigeración provoca la muerte de este organismo, lo que hace dar resultados falsos negativos, al dificultarse su hallazgo.

El cultivo se recomienda cuando el número de parásitos es escaso, para facilitar el diagnóstico, ya que aumenta la sensibilidad del diagnóstico, respecto a la observación microscópica directa de las muestras en un 10 a 48%. Para ello pueden utilizarse varios medios de cultivo, como el medio de Diamond o en medio TF. El problema es que se requiere un periodo de cultivo de 2 a 7 días, con seguimiento diario de los cultivos. A pesar del cultivo, sólo se detecta el 80 a 90% de los machos infectados, y el 60 a 80% de las hembras infectadas.

Por las razones anteriores, hoy día, los métodos de diagnóstico molecular (PCR) están sustituyendo a los métodos convencionales de observación microscópica y cultivo, ya que facilita su detección a través del hallazgo de su ADN, y además evita confundirse con la presencia de otros protozoos flagelados, como puede ocurrir con la observación microscópica y el hallazgo de Pentatrichomonas o Tetratrichomonas.

Pruebas realizadas en IVAMI:

 

  • Examen microscópico.
  • Diagnostico molecular (PCR), para detectar ADN de Trichomonas foetus.

Muestra recomendada:

 

  • En ganado bovino: raspado o lavado prepucial en novillos o toros; secreción cervico-vaginal en novillas o vacas.
  • En gatos: heces frescas, recién emitidas y diarreicas.

 

Conservación y envío de la muestra:

 

  • Refrigerada (preferido) durante menos de 2 días (sólo para diagnóstico molecular).
  • Congelada: más de 2 días (sólo para pruebas de diagnóstico molecular).

 

Plazo de entrega:

 

  • Examen microscópico: menos de 24 horas.
  • Diagnóstico molecular (PCR): 24 a 48 horas.

Coste de la prueba:  

 

           Consultar a ivami@ivami.com