Detección de toxina botulínica y/o de Clostridium botulinum en alimentos ingeridos, sospechosos de causar botulismo, o en alimentos sometidos a control 

Clostridium botulinum es un bacilo anaeróbico estricto, grampositivo, del género Clostridium, familia Clostridiaceae, formador de esporas que produce una toxina neurotóxica. Esta bacteria suele encontrarse en la tierra y en aguas y sus sedimentos no tratados (océanos, lagos), con una distribución mundial. En algunas circunstancias este organismo puede contaminar alimentos y crecer en ellos produciendo su toxina/s. El botulismo, una forma grave de intoxicación por alimentos, resulta principalmente de la ingestión de alimentos conteniendo la toxina.

En cualquiera de las formas clínicas de botulismo humano, e igual en el botulismo animal, la toxina penetra en la sangre desde el tubo digestivo cuando se ha ingerido preformada con un alimento, o cuando se ha producido por la bacteria que coloniza el tubo digestivo (niños pequeños o adultos), o en casos excepcionales desde una herida infectada por la bacteria. Hay algunos alimentos que son más propensos que otros a contener toxina botulínica. Los alimentos con pH inferior a 4,5 es más difícil que sean causa de botulismo ya que a este pH, C. botulinum es incapaz de multiplicarse y elaborar la toxina (este es el caso de los zumos de frutas, alimentos marinados en vinagre, etc.). Por el contrario los alimentos con pH igual o superior a 4,5 pueden causar botulismo, ya que en ellos es posible la multiplicación y producción de toxina (este es el caso de carnes, pescados, legumbres, platos preparados, etc.), sobre todo aquellos alimentos exentos de exposición al oxígeno, como ocurre con los alimentos enlatados o envasados al vacío, y que tengan un pH mayor de 4,6. Son ejemplo de alimentos peligrosos: jamón curado o ahumado, conservas de pescado o vegetales (sometidas a un tratamiento térmico insuficiente para destruir las esporas), etc.

Pruebas disponibles y recomendadas 

  • Prueba de cultivo, seguido de inoculación a ratones con filtrado de los cultivos.
  • En caso de ser positiva, prueba de confirmación por neutralización.
  • Alternativa: Prueba de cultivo, seguido de detección molecular por PCR en tiempo real de la presencia de Clostridium botulinum productor de toxina botulínica, sin especificar tipo.
  • Opcional: En caso de obtenerse la presencia de toxina botulínica, identificación del tipo de toxina mediante PCR en tiempo real para cada uno de los genes productores de los distintos tipos toxina botulínica.

Muestra requerida

  • Muestra del alimento sospechoso o sometido a control (se recomiendan un mínimo de unos 100 gramos) para preparar un extracto destinado a la inoculación de animales y con ello detectar la presencia de la toxina preformada en el alimento, y al mismo tiempo para preparar un cultivo del que obtener el filtrado para inocular animales y conocer si en la muestra existía la bacteria productora de la toxina, o bien para realizar como alternativa un cultivo en el que detectar los genes codificantes de la toxina; si sólo se dispone de restos del alimento ingerido, se recomienda enviar toda la cantidad disponible. 

Tiempos de realización

  • No podemos dar tiempos exactos. En caso de realizarse únicamente la detección de la toxina en los ratones y ser negativa, el informe estaría en un máximo de una semana. En caso de realizarse cultivo de la muestra, y posteriormente la detección de la toxina inoculando filtrados de cultivo a lotes de ratones, el tiempo sería de dos semanas. Si alguna de estas pruebas de inoculación a ratones, con extracto de una muestra o con el filtrado de cultivo de enriquecimiento, fuese positiva debe realizarse la prueba de neutralización en ratones para corroborar que se trata de la toxina botulínica, cuyo tiempo de realización es de 15 días.
  • Las pruebas de PCR en tiempo real tienen un tiempo de realización de 3 ó 4 días laborables.

Condiciones de conservación y envío de las muestras

  • Deben conservarse y enviarse en las condiciones en las que se encuentre habitualmente la muestra, protegida para el transporte. En el caso de muestras que puedan descomponerse por estar contaminadas con bacterias, o por su propia naturaleza orgánica (alimentos perecederos, etc.), las muestras deben conservarse y enviarse congeladas, o al menos en las condiciones que garanticen la refrigeración durante el transporte (envase con la muestra en el interior de una caja de poliestireno expandido –corcho blanco- con acumuladores de frío congelados –packs congelados-). Nota: este microorganismo no supone un riesgo biológico de contaminación por exposición.

Formulario con características del producto y prueba/s elegidas

  • En caso de solicitar la realización de las pruebas debe remitirnos con el producto el formulario específico de petición que le hayamos adjuntado en el que se indicarán las características del producto y las pruebas elegidas que deseen que se realicen con la muestra remitida.