Trico-rino-falangia (Langer-Giedion) Síndrome de … Langel-Giedion Syndrome - Genes TRPS1, EXT1 y cromosoma 8
El síndrome de Langer-Giedion es una alteración que causa anomalías en los huesos y rasgos faciales. Las personas con esta afección tienen múltiples tumores óseos no cancerosos, que pueden provocar dolor, limitación de movimiento articulares, y la presión sobre los nervios, los vasos sanguíneos, la médula espinal y los tejidos que rodean las exostosis óseas. Los individuos afectados también tienen baja estatura. El aspecto característico de los individuos con esta alteración incluye pelo escaso en el cuero cabelludo, una nariz redondeada, surco nasolabial y un labio superior delgado. Los individuos afectados pueden tener algún tipo de discapacidad intelectual.
Este proceso es debido a mutaciones de los genes EXT1 y TRPS1 en el cromosoma 8. Se ha determinado que la pérdida del gen funcional EXT1, situado en el brazo largo del cromosoma 8 (8q24.11), es responsable de las exostosis múltiple en personas con este síndrome. Este gen, codifica la proteína exostosina-1, que se encuentra en las células en aparato de Golgi, donde se modifican enzimas sintetizadas y otras proteínas. En el aparato de Golgi, la exostosina-1 se une a la proteína exostosina-2, para formar un complejo que modifica el heparán-sulfato. El heparán-sulfato está implicado en la regulación de una variedad de procesos orgánicos incluyendo la coagulación sanguínea y la angiogénesis. También tiene un papel en la metástasis de las células cancerosas. La pérdida del gen funcional TRPS1 puede causar anomalías óseas y de los rasgos faciales.
Se han identificado más de 200 mutaciones en el gen EXT1 causantes del síndrome de Langer-Giedion, debidas a la pérdida de la función de la proteína exostosina-1, impidiendo la formación del complejo con la proteína exostosina-2 y la adición de heparán-sulfato a las proteínas.
El gen TRPS1, en el brazo largo del cromosoma 8 (8q24.12), codifica una proteína que regula la actividad de muchos otros genes. Esta proteína probablemente interactúa con regiones específicas de ADN y con otras proteínas para activar o desactivar los genes. Sobre la base de esta función, la proteína TRPS1 es un factor de transcripción, e intervendría en la regulación del crecimiento de huesos y cartílagos. Las mutaciones en el gen TRPS1, interrumpen el crecimiento óseo normal, contribuyendo a la baja estatura, y los rasgos faciales distintivos en las personas con síndrome de Langer-Giedion.
Los genes EXT1 y TRPS1 siempre faltan o están mutados en los individuos afectados, pero además pueden estar implicados otros genes. La pérdida de genes adicionales de esta región del cromosoma 8 probablemente contribuye a las diversas características de esta afección.
La mayoría de los casos de síndrome de Langer-Giedion no se heredan. Sin embargo, en uno de los padres de una persona afectada, se producen eventos aleatorios durante la formación de óvulos o espermatozoides. Estos casos ocurren en personas sin antecedentes de la enfermedad en su familia. Ha habido muy pocos casos en los que las personas con síndrome de Langer-Giedion han heredado la mutación cromosómica de un padre con la enfermedad. El síndrome de Langer-Giedion se considera una condición autosómica dominante debido a que una copia del cromosoma 8 alterado en cada célula es suficiente para causar el trastorno.
Pruebas realizadas en IVAMI: en IVAMI realizamos la detección de mutaciones asociadas con el síndrome de Langer-Giedion, mediante la amplificación completa por PCR de los exones de los genes EXT1 y TRPS1, respectivamente, y su posterior secuenciación.
Muestras recomendadas: sangre extraída con EDTA para separación de leucocitos sanguíneos, o tarjeta impregnada con muestra de sangre desecada (IVAMI puede enviar por correo la tarjeta para depositar la muestra de sangre).