Meniere, Enfermedad de …, (Ménière disease)
La enfermedad de Ménière, también conocida como vértigo auditivo o vértigo aural, es una alteración del oído interno que afecta al equilibrio y la audición. Esta afección se caracteriza por episodios de vértigo, tinnitus, sensación de presión en los oídos y fluctuaciones en la audición. Con frecuencia, estos episodios van acompañados de náuseas y vómitos, y pueden afectar gravemente las actividades de la vida diaria.
Los episodios asociados con la enfermedad de Ménière generalmente duran varias horas y pueden ser desencadenados por factores como el estrés, cansancio, malestar emocional, enfermedad y factores dietéticos. El tiempo de estos episodios es impredecible; las personas afectadas pueden experimentar un grupo de episodios en un período corto, seguido de meses o años sin ningún síntoma.
La enfermedad de Ménière generalmente aparece en la edad adulta, con mayor frecuencia en personas de 40 o 50 años. Algunas personas afectadas no padecen síntomas entre los episodios, particularmente en las primeras etapas de la enfermedad; sin embargo, con el tiempo muchas personas afectadas desarrollan problemas constantes de inestabilidad, tinnitus y una sensación de plenitud en los oídos. Además, la pérdida auditiva permanente finalmente se desarrolla en muchas personas afectadas.
La causa de la enfermedad es desconocida, aunque se cree que es debida a una combinación de factores ambientales y genéticos, como anomalías del oído interno. Se están estudiando posibles factores de riesgo para el desarrollo de la enfermedad, que incluyen infecciones virales, traumatismos en el oído interno, contaminación acústica, alergias, respuestas anormales del sistema inmune y migrañas. Los estudios también han examinado los cambios en más de una docena de genes que podrían contribuir a los signos y síntomas de esta afección. Sin embargo, ninguno de los factores estudiados hasta ahora parece jugar un papel importante en la enfermedad de Ménière.
La mayoría de los casos de la enfermedad de Ménière son esporádicos, lo que significa que ocurren en personas que no tienen antecedentes del proceso en su familia. Cuando el proceso es familiar, con mayor frecuencia tiene un patrón de herencia autosómico dominante, lo que significa que una copia de un gen alterado en cada célula es suficiente para aumentar el riesgo de desarrollar el proceso.