Glicosilación, Alteración congénita PGM3 (PGM3-congenital disorder of glycosylation) – Gen PGM3

La alteración congénita de la glicosilación PGM3, también conocida como deficiencia de AGM1 o deficiencia de N-acetilglucosamina-fosfato mutasa 1, es un proceso hereditario de gravedad y sintomatología variable que afecta principalmente al sistema inmunitario, pero que también puede afectar a otras áreas del organismo.

Los signos y síntomas relacionados con este proceso pueden incluir deficiencia inmunitaria, o una función deteriorada de la médula ósea que puede llevar a una disminución en la producción de todas las células sanguíneas; alergias, asma o afecciones inflamatorias de la piel como eczema; procesos autoinmunes; y concentraciones anormalmente altas de inmunoglobulinas, particularmente inmunoglobulina E (IgE); Otros signos pueden incluir discapacidad intelectual; retraso en el desarrollo; hipotonía; anomalías esqueléticas que involucran las costillas o huesos en las manos, los pies o la columna vertebral; rasgos faciales distintos, como hipoplasia de la cara media, micrognatia, labios carnosos, comisuras de la boca hacia abajo y fosas nasales anchas abiertas hacia adelante en lugar de hacia abajo. Además, los individuos afectados pueden padecer problemas pulmonares, en el tracto gastrointestinal y en los riñones.

Este proceso es debido a mutaciones en el gen PGM3 (phosphoglucomutase 3), situado en el brazo largo del cromosoma 6 (6q14.1), que codifica la enzima fosfoglucomutasa 3 (PGM3). Esta enzima está involucrada en la glicosilación. La glicosilación modifica las proteínas y los lípidos para que puedan realizar una variedad más amplia de funciones. La enzima PGM3 convierte N-acetilglucosamina-6-fosfato en N-acetilglucosamina-1-fosfato. Esta conversión es necesaria para producir uridina difosfato-N-acetilglucosamina (UDP-GlcNAc), que es necesaria para transferir azúcares a los oligosacáridos en crecimiento durante la glicosilación.

Se han descrito al menos 16 mutaciones en el gen PGM3 que dan lugar al desarrollo de la alteración congénita de la glicosilación PGM3. Las mutaciones identificadas dan lugar a la síntesis de una enzima con actividad reducida. Sin una enzima que funcione correctamente, existe una deficiencia de UDP-GlcNAc y la glicosilación no puede proceder normalmente. La amplia variedad de signos y síntomas en PGM3-CDG probablemente se deba a una alteración de la glicosilación de proteínas y lípidos que son necesarios para la función normal de muchos órganos y tejidos. Las proteínas del sistema inmunitario dependen en gran medida de la glicosilación para funcionar con normalidad, lo que probablemente explica por qué las personas con PGM3-CDG tienen deficiencia inmunológica.

Esta enfermedad se hereda con un patrón autosómico recesivo, lo que significa que ambas copias del gen en cada célula deben tener las mutaciones para que se exprese la alteración. Los padres de un individuo con una enfermedad autosómica recesiva tienen una copia del gen mutado, pero por lo general no muestran signos y síntomas de la enfermedad. 

Pruebas realizadas en IVAMI: en IVAMI realizamos la detección de mutaciones asociadas con alteración congénita de la glicosilación PGM3, mediante la amplificación completa por PCR de los exones del gen PGM3, y su posterior secuenciación.

Muestras recomendadas: sangre extraída con EDTA para separación de leucocitos sanguíneos, o tarjeta impregnada con muestra de sangre desecada (IVAMI puede enviar por correo la tarjeta para depositar la muestra de sangre).