Mycoplasma fermentans: Infecciones respiratorias y genitourinarias – Diagnóstico molecular (PCR); Identificación de especie (PCR y secuenciación).

Información 24-06-18.

Mycoplasma fermentans es un microorganismo Gram negativo pequeño y carente de pared celular que causa infecciones respiratorias y genitourinarias en humanos. El aislamiento en cultivo de este microorganismo a partir de muestras clínicas es difícil, y con el desarrollo de las técnicas moleculares (PCR) se ha asociado la presencia de M. fermentans con una gran cantidad de enfermedades, sugiriendo su implicación la artritis reumatoide, y su posible actuación como cofactor del SIDA, entre otras. Sin embargo, dichas asociaciones están siendo todavía estudiadas, y en la actualidad, la patogenicidad de este microorganismo en humanos no se conoce completamente.

Los micoplasmas pertenecen a la clase Mollicutes y son las eubacterias autorreplicantes más pequeñas. Están desprovistas de pared celular y rodeadas únicamente por una membrana plasmática. Poseen un genoma de pequeño tamaño, que varía de 580 a 1380 kbp, y que da como resultado capacidades metabólicas limitadas y parasitismo. Los micoplasmas se pueden encontrar como parásitos en una amplia gama de huéspedes, incluidos humanos, animales, insectos y plantas. Además, son contaminantes frecuentes de los cultivos celulares. En los seres humanos, algunas especies de Mycoplasma se encuentran como habitantes comensales, mientras que otras se asocian con enfermedades infecciosas y patologías posteriores a la infección. La mayoría de las especies conocidas de Mycoplasma se encuentran como parásitos de la superficie de la membrana. Exhiben especificidades estrictas del huésped y del tejido, y dependen de la adhesión a los tejidos del hospedador para su posterior colonización e infección. Además, algunas especies de Mycoplasma, pennetran en las células y se convierten en residentes intracelulares.

Los micoplasmas pueden causar infecciones crónicas debido a el desarrollo de sofisticados mecanismos para evadir la respuesta inmunitaria mediante mimetismo molecular, y regular de manera ascendente o decreciente de la secreción de citoquinas, la expresión de moléculas de adhesión, la expresión de factores de transcripción, las vías apoptóticas y la actividad de las MAP quinasas, entre otras. Además, diferentes estudios apoyan firmemente la capacidad de Mycoplasma para causar o promover la transformación oncogénica, y actualmente, el vínculo entre Mycoplasma spp. y el cáncer está siendo investigado.

Mycoplasma fermentans es un patógeno humano que fue aislado por primera vez en la década de los 1950s en el tracto urogenital de hombres y mujeres. Aunque inicialmente se creía que los humanos eran los hospedadores naturales, M. fermentans ha sido también aislado a partir de lesiones genitales en ovejas. Es un micoplasma invasivo, que coloniza los tejidos de la mucosa humana de adultos sanos y, bajo ciertas condiciones, puede invadir las células del huésped gracias a la secreción de la enzima tirosina fosfatasa, que participa en el proceso de interiorización. También se ha aislado de diversos tejidos y su aparente diseminación depende de los mecanismos de defensa del hospedador, siendo más vulnerables los pacientes con leucemia, SIDA y pacientes con tratamientos con fármacos inmunosupresores. No obstante, se ha reportado la diseminación también puede ocurrir en hospedadores con un sistema inmunológico competente. Se ha detectado la presencia de Mycoplasma fermentans en la faringe, leucocitos de sangre periférica, líquido sinovial y orina.

Entre los factores de virulencia de M. fermentans conocidos figuran los orgánulos para la adherencia y la penetración celular, la secreción de enzimas como la tirosina fosfatasa, la secreción de exonucleasas para destruir los nucleótidos de la célula hospedadora, y la presencia de fracciones proteicas letales. También, para evadir la respuesta inmunitaria del huésped y pasar desapercibidos, este micoplasma realiza variaciones de fase y tamaño en los principales antígenos y lipoproteínas de superficie de su membrana. Además, M. fermentans posee un efecto inmunomodulador sobre el sistema inmunitario del individuo causando la activación policlonal de las células inmunitarias, la citotoxicidad aumentada de las células T, y la inducción de la expresión y secreción de una amplia variedad de citocinas. Por último y como se ha mencionado, este micoplasma tiene capacidad de penetración intracelular con distribución citoplásmica y perinuclear en una amplia gama de tipos de células humanas. Asimismo, se ha demostrado que M. fermentans induce la expresión de oncogenes.

Mycoplasma fermentans causa infecciones respiratorias y del tracto genitourinario en hombres y mujeres, además de producir patología infecciosa que afecta al embarazo, parto, feto y neonato. El interés en este organismo ha aumentado recientemente debido a su posible papel en la patogénesis de enfermedades inflamatorias crónicas, como la artritis reumatoide, el síndrome de fatiga crónica, la fibromialgia y enfermedades neurológicas. Se ha detectado este micoplasma en la sangre y el líquido sinovial de pacientes con artritis reumatoide y otros trastornos artríticos inflamatorios. Además, se ha demostrado que M. fermentans causa una inhibición significativa de la apoptosis inducida por TNFα en células humanas in vitro, reforzando la hipótesis de que este microorganismo podría desempeñar un papel patogénico en el desarrollo de enfermedades caracterizadas por una apoptosis alterada, como la artritis reumatoide. Sin embargo, su relación con la enfermedad no está complemente clara a día de hoy. Otros estudios reportaron también la presencia de M. fermentans en muestras de sangre de pacientes con el Síndrome de la Guerra del Golfo y el Síndrome de fatiga crónica, aunque esta última afirmación ha sido refutada. Por último, diferentes estudios sugieren que este organismo podría ser uno de los micoplasmas que podrían funcionar como un cofactor que acelere la progresión de la enfermedad del virus de la inmunodeficiencia humana. Se ha sugerido que los micoplasmas pueden desempeñar un papel como cofactores en una de las primeras etapas del ciclo de vida de los lentivirus y promover la enfermedad en pacientes infectados por el VIH, y M. fermentans ha sido detectada en muestras de sangre y orina de pacientes con VIH y SIDA. Apoyando esta teoría, estudios in vitro han reportado que la coinfección con M. fermentans aumenta significativamente la capacidad del VIH-1 para inducir efectos citopáticos sobre linfocitos T humanos.

El diagnóstico microbiológico de las infecciones causadas por micoplasmas se ha visto siempre limitado por el crecimiento muy dificultoso de estos microorganismos, la falta de medios de cultivo comercializados, la ausencia de procedimientos diagnósticos rápidos y la percepción clínica extendida de que estos microorganismos tienen una importancia menor en el contexto de las enfermedades infecciosas. Esta situación ha cambiado notablemente en los últimos años gracias a la comercialización de los medios de cultivo, al desarrollo de técnicas rápidas de diagnóstico serológico y, especialmente, por la aplicación de métodos de amplificación de ácidos nucleicos, comercializados o desarrollados en el propio laboratorio.         

Entre los micoplasmas, M. fermentans se considera una especie relativamente fastidiosa. Este micoplasma se cultiva típicamente en medio SP4. Sin embargo, a pesar de que esta especie es un contaminante común de las líneas celulares, el aislamiento en cultivo a partir del material clínico es raro. El papel de M. fermentans en patología humana puede haber sido subestimado debido a que el cultivo se realiza con poca frecuencia en laboratorios de rutina. En los últimos años, con la aplicación los métodos moleculares (PCR) para el diagnóstico de M. fermentans, se ha implicado a este microorganismo en una variedad de condiciones clínicas en humanos, la mayoría pendientes de confirmar.

Pruebas realizadas en IVAMI:

  • Diagnóstico de Mycoplasma spp. mediante métodos moleculares (PCR).
  • Identificación de la especie del género Mycoplasma spp. (PCR y secuenciación). 

Muestra recomendada:

  • Dependiendo de la localización de la infección se aceptarán diferentes muestras: muestras respiratorias, sangre, orina, y/o líquido sinovial.

Conservación y envío de la muestra:

  • Refrigerada (preferido) durante menos de 2 días.
  • Congelada durante más de 2 días.

Plazo de entrega:

  • Detección de Mycoplasma spp. mediante métodos moleculares: 24 a 48 horas.
  • Identificación de la especie del género Mycoplasma spp.: 48 a 72 horas.

Coste de la prueba:  

  • Detección de Mycoplasma spp. mediante métodos moleculares: Consultar a ivami@ivami.com
  • Identificación de la especie del género Mycoplasma spp.: Consultar a ivami@ivami.com.